¿Dónde verla?: En cines
La nueva entrega de Indiana Jones es una de esas películas que merecen ser disfrutadas en pantalla grande, con la inmejorable calidad de imagen y sonido que ofrecen las salas actuales. Más aún sabiendo que será el último título de la saga o, al menos, que ya no veremos a Harrison Ford como protagonista si hubiera continuidad. Además, esta quinta entrega cuenta, de nuevo, con el incombustible e inconfundible John Williams, que se encarga de que la experiencia musical esté a la altura del mito.
- Indiana Jones (Harrison Ford) se acaba de jubilar tras una vida dedicada a la docencia y un sinfín de aventuras a sus espaldas. Ahora planea una existencia tranquila en su modesto apartamento, una vida sin sobresaltos. Pero algo muy importante le falta, algo que no le deja descansar. Más bien alguien: su amada Marion no está.
Lo que Jones busca no se encuentra en sus viajes. Ni en los inconmensurables tesoros que descubre. Lo que él persigue es un amor para toda la vida. Y es que Indiana, tú y yo, todos, anhelamos lo mismo. En medio de las aventuras, los viajes y los fuegos artificiales, todos buscamos amar y ser amados. Un amor incondicional que no se ponga en duda nunca, con independencia de la vocación personal.
Volviendo a la peli, cuando Jones apenas se ha jubilado aparece en escena Helena (la huérfana de Basil, el que fuera fiel compañero de fatigas de Jones), que es además su ahijada. Helena le plantea recuperar un artefacto conocido al dedillo por ambos, el dial de Arquímedes. Algo que obsesionó a Basil hasta hacerle perder la cabeza. A Jones, por el contrario, todo eso le queda muy lejos. No parece hacerle tilín, por mucho que el dial les prometa viajar en el tiempo. Pero, claro…, algo sucede que les empuja a iniciar juntos su primera y última gran hazaña, que el espectador contempla como una grandiosa gesta llena de acción y risas. “Indiana Jones y el dial del destino” es un filme para ser visto con las orejas y los ojos bien abiertos.
La cinta cuenta, como en las anteriores entregas, con la participación de Steven Spielberg, que ha asumido esta vez la tarea de productor ejecutivo, dejando la dirección a James Mangold (“El tren de las 3:10”, 2007). Phoebe Waller-Bridge interpreta a Helena con enorme soltura. Y detrás de Marion está, una vez más, Karen Allen, con una presencia menos destacada en esta ocasión, pero clave. El guion, los actores y los guiños a los cuatro filmes anteriores harán las delicias de todos, fans y primerizos. El mito ha vuelto para encumbrarse.
Guillermo De Lara