La formación cristiana es clave para aquellos que no conocen a Jesucristo, o lo conocen, pero languidecen en su fe, pero también es muy necesaria para los cristianos que diariamente participamos de la vida de la Iglesia y del mundo.
El Itinerario de Formación Cristiana para Adultos es el instrumento con el que se puede llevar a cabo la misión de formar cristianos en las etapas de iniciación a la identidad cristiana y en la etapa posterior de consolidación.
Este material formativo es compartido con otras realidades, asociaciones y movimientos de la Iglesia y favorece la comunión eclesial y la multiplicación de cristianos que sepan dar razón de su esperanza.
DESTINATARIOS
Son destinatarios del Itinerario de Formación Cristiana para Adultos, los laicos cristianos que quieran ser miembros activos y responsables en su condición de cristianos y de miembros de la Iglesia, sin excluir a quienes, sin ser creyentes, desean interesarse por el proceso formativo en el laicado cristiano.
FINALIDAD
«La formación de los laicos es una prioridad de máxima urgencia para toda la Iglesia. Y no sólo un interés único de ellos solos». En estos términos se refiere el Documento de la Conferencia Episcopal Española, Los cristianos laicos, Iglesia en el mundo, para destacar la urgencia y prioridad de la formación de los laicos en el marco de la Iglesia misterio-comunión-misión. La Comisión Episcopal de Apostolado Seglar de la Conferencia Episcopal Española ofrece con esta colección una respuesta a esta prioridad.
ESTRUCTURA
Este Itinerario de Formación Cristiana de Adultos consta de 10 volúmenes:
0. PRESENTACIÓN Y GUÍA DEL ACOMPAÑANTE:
Este volumen inicial está pensado para los acompañantes de los grupos que van a realizar el Itinerario de formación. Acompañar a un grupo de personas en su proceso de fe es participar en la actividad evangelizadora que Jesús ha confiado a la Iglesia: «Id por el mundo entero proclamando la buena noticia a toda la humanidad» (Mc 16, 15).
1. LA PALABRA DE DIOS. REVELACIÓN Y KERIGMA:
El primer volumen nos propone y nos ayuda a abrir hondamente nuestra vida a la Palabra de Dios, clarificando, en primer lugar, lo que es la Revelación en su naturaleza y carácter propio, e introduciéndonos, en segundo lugar, en el núcleo central de esa Revelación: Jesucristo en su misterio Pascual.
2. (A). LA PALABRA DE DIOS. HISTORIA DE LA SALVACIÓN Y SAGRADA ESCRITURA:
El volumen 2A del Itinerario muestra el valor que la Sagrada Escritura tiene para la Iglesia y la vida cristiana. Pretende que se comprendan y vivan las grandes categorías bíblicas y, sobre todo, las grandes etapas de la Historia de la Salvación contenidas en el Antiguo y el Nuevo Testamento y en la Tradición de la Iglesia.
2. (B). LA PALABRA DE DIOS. HISTORIA DE LA IGLESIA EN LA HISTORIA DE LA SALVACIÓN:
Este volumen 2B está dedicado a la evangelización. En él se ha tratado de mostrar cómo la Iglesia ha ido realizando la interiorización del Evangelio y su expansión. El lector se encontrará en realidad con una historia de gracia y de acción santificadora del Espíritu que le hará descubrir que, desde Pentecostés, es ese mismo Espíritu el que guía y sostiene a la Iglesia.
3. LA SÍNTESIS DE LA FE. PROFESIÓN DE FE Y CREDO:
La fe cristiana es la respuesta razonable a la revelación de Dios, a la oferta salvadora que Dios hace de sí mismo. Este tercer volumen expone la fe de la Iglesia como fundamento de nuestra vida de creyentes en Dios. Respondiendo a las preguntas: ¿qué abarca esta fe?, ¿cuál es su centro?, nos ofrece el contenido y estructura trinitaria de la fe cristiana que profesamos en el Credo.
4. LA SÍNTESIS DE LA FE. SACRAMENTOS, ORACIÓN Y VIDA EN CRISTO:
Después de haber presentado la profesión de fe cristiana, el cuarto volumen está dedicado a la celebración de la fe de la Iglesia -especialmente de los sacramentos- y de la oración, ya que «el don de la salvación confesado en el Credo es acogido y celebrado en la Liturgia y en la oración». Al mismo tiempo, esta salvación se hace vida en el cristiano. Nuestra vida moral y espiritual cristiana es así fruto de nuestra comunión de amor y de gracia con Cristo y con el Padre en el Espíritu Santo..
5. LA ESPIRITUALIDAD CRISTIANA. VIDA EN EL ESPÍRITU Y SEGUIMIENTO DE JESÚS:
La grandeza y belleza de la vida cristiana consiste en vivir la vocación a la santidad que es obra del Espíritu. La vida cristiana es así experiencia de perdón, de salvación, de gracia y de libertad frente a la alienación del pecado, personal y social, y a la esclavitud de nuestras tendencias egoístas. Esta vida en el Espíritu tiene su fuente y su cumbre en los Sacramentos de la Iglesia. Desde ahí se entiende el vivir cristiano dinámicamente, es decir, como seguimiento de Jesús.
6. LA ESPIRITUALIDAD CRISTIANA. EL NUEVO MODO DE SER Y VIVIR CRISTIANO:
Después de haber considerado los rasgos fundamentales de la espiritualidad cristiana, el presente volumen pretende hacernos percibir que todo lo anterior reclama un nuevo modo de ser y vivir que, siendo fruto de la gracia, también demanda la cooperación del hombre. De este modo, el presente volumen ahonda en las virtudes y valores evangélicos fundamentales que resplandecen en el rostro de Cristo y que deben caracterizar al cristiano maduro.
7. EL COMPROMISO CRISTIANO. LA IGLESIA Y LA TRANSFORMACIÓN DEL MUNDO:
Dispuestos a emprender este último tramo del Itinerario de formación, el séptimo volumen centra su atención en el estudio de los diferentes campos de presencia y de compromiso laical para la transformación cristiana del mundo, siguiendo las palabras con las que comienza la Gaudium et spes: «Los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombre de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren, son a la vez los gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los discípulos de Cristo».
8. EL COMPROMISO CRISTIANO. TESTIMONIO Y TRANSMISIÓN DE LA FE:
En este último volumen se nos ofrecen los criterios concretos que, derivados de la fe y de la moral cristiana, son imprescindibles para enjuiciar las situaciones que se dan en los distintos campos de acción y para adoptar compromisos concretos respetando aquellos otros criterios que, por pertenecer al terreno de lo opinable, quedan a la libre decisión de cada uno. Todo ello sin olvidar que el testimonio de vida cristiano y el compromiso social no deben dejar en segundo plano la necesidad de anunciar explícitamente a Jesucristo.