Una de las labores de Caridad más consistentes de una hermandad sevillana la desarrolla la Hermandad de Nuestro Padre Jesús de la Pasión a través de su Fundación asistencial creada en 2008. José Luis Cabello, hermano mayor de Pasión, señala que la Fundación nació con el objetivo de ampliar las actividades de la Diputación de Caridad, “intentando dar respuesta al mayor número posible de problemas sociales de nuestro entorno. Para ello necesitábamos allegar nuevos recursos tanto de instituciones públicas como privadas”.
Desde su constitución la Fundación ha experimentado un sustancial crecimiento gracias a la generosidad de los hermanos, a las aportaciones de socios y donantes, a la acción inestimable de voluntarios y “a la labor de búsqueda de subvenciones que han permitido multiplicar por cinco nuesta acción y el número de beneficiarios, en los últimos seis años”. Para “visualizar” este crecimiento experimentado, “basta decir que en el año 2011 prestamos servicios y ayudas sociales por importe de 40.000 €, frente a los 200.000 € de 2017”.
La actividad asistencial se desarrolla en tres líneas fundamentales. Una primera de “ayudas básicas a personas sin recursos o en riesgo de exclusión social, que atiende a unas 400 familias”, que también ha multiplicado por cinco las entregas de alimentos, pasando de 15.000 kg a más de 75.000 en 2017. Otra, “son las ayudas directas a instituciones que atienden a colectivos especialmente vulnerables”, destinando aportaciones económicas al desarrollo de personas en situación de pobreza, exclusión y marginalidad.
Y una última es el voluntariado. La Fundación de Pasión nació también para promover un voluntariado comprometido, “desde la creencia que es posible transformar la sociedad y hacerla más justa con el concurso de personas que pueden entregar su tiempo, sus capacidades, su voluntad y su compañía a quienes lo necesitan”.
El hermano mayor cree que el futuro de la caridad en nuestras hermandades pasa por el voluntariado, “como cristianos, debemos poner en la acción social algo más que dar, que es relativamente fácil; lo difícil es darnos a nosotros mismos. Ahí es donde reside la auténtica caridad cristiana”. Y apostilla: “todos los hermanos de Pasión y las personas que compartimos la fe y esperamos ser mejores cristianos estamos llamados a esta misión”.
Sobre las actividades más destacadas del último curso señala tres. Una primera relativa a un hogar para chicos procedentes de familias desestructuradas, donde reciben no sólo casa y comida, sino, sobre todo, cariño. Otra, correspondiente a un centro para discapacitados psíquicos con el que, además de ayudar económicamente, compartimos vivencias como excursiones o fiesta de Reyes.
Y una tercera es “Abogados de la Merced”, la “estrella” del año 2018, en que se cumplió el VIII Centenario de la Orden Mercedaria. Aquí “actuamos en colaboración con la Asociación Zaqueo para la reinserción social, con el Colegio de Abogados y la Delegación Diocesana de Pastoral Penitenciaria, con el objetivo de prestar orientación, asistencia y asesoramiento jurídico a los internos, en relación con su situación penitenciaria y reinserción social”.
José Luis Cabello ve necesario centrar con claridad el papel y la misión de las hermandades ante tanta expansión del “mundo cofrade”. “Deberíamos trabajar aún más por extender la acción de caridad y por potenciar eficazmente la formación cristiana. No es lógico que a las actividades de formación acudan tan pocos hermanos”. Si las hermandades deben sustentarse sobre tres grandes pilares: culto caridad y formación, “estos deben ser iguales en tamaño y potencia para sostener una verdadera hermandad de cristianos, para que, desde una vida de auténtica hermandad, seamos capaces de evangelizar con nuestras acciones”.
Isidro González
Hermandad Sacramental de Nuestro Padre Jesús de la Pasión
Fundación asistencial Nuestro Padre Jesús de la Pasión
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