Hace cincuenta años nacía en el barrio de Nervión una hermandad marcada por el Concilio Vaticano II. En torno a la antigua devoción del Cristo de la Sed y dos significativas imágenes de artistas contemporáneos se inició, alrededor de la prisión provincial y del hospital de San Juan de Dios, una nueva cofradía con un espíritu de renovación eclesial, que a lo largo de estas cinco décadas se ha consolidado plenamente.
El hermano mayor, José Cataluña, recuerda que “el periodo de gestación de la hermandad de la Sed coincide con la conclusión del Concilio Vaticano II, por lo que sus reglas y su espíritu está fuertemente influenciados por él”. El 21 de noviembre de 1964, en la clausura de la tercera fase, el Papa San Pablo VI anuncia: “Para gloria de la Virgen y consuelo nuestro, proclamamos a María Santísima Madre de la Iglesia”.
Y precisamente, “son Consuelo y Madre de la Iglesia los títulos que toma nuestra hermandad para su Dolorosa titular”. Tras el Concilio fueron muchas las dudas entre los creyentes, por este motivo el Papa encarga al filósofo cristiano francés Jacques Maritain un texto que expusiera claramente y sin ambigüedad la creencia de la Iglesia. Este fue el “Credo del Pueblo de Dios”, “que es la Profesión de Fe que proclamamos todos los hermanos de la Sed en nuestra Función Principal el tercer domingo de cuaresma”.
En la actualidad, la Sed es una hermandad muy activa, con más de 4.000 hermanos que tienen muy claro sus fines: el culto a Dios, la formación cristiana y el ejercicio de la caridad. “Existe una gran devoción a nuestros titulares en el barrio de Nervión, con una gran asistencia a los cultos y un numeroso grupo de personas que acuden a la parroquia diariamente”. La relación con la parroquia de la Concepción, “como no puede ser de otra manera es muy buena, se traduce en apoyo económico, colaboración en las catequesis y en todo aquello que se nos solicite”.
Respecto a la celebración del cincuentenario destaca que están “muy contentos de cómo han ido los actos y de la gran participación y convivencia entre los hermanos”. Se han celebrado diversos cultos solemnes en los que han participado el Arzobispo Juan José Asenjo, el cardenal Carlos Amigo y varios obispos andaluces como Juan del Rio y el de Jerez, don José Mazuelos, que culminaron con la procesión del Santísimo Cristo de la Sed en septiembre, y un besapiés y besamanos conjunto en la festividad de Jesucristo, Rey del Universo.
En la labor de caridad, señala que no han querido hacer algo específico, sino “reforzar las obras que ya venimos realizando, el Economato María Auxiliadora, la Casa de Emaús para presos en tercer grado, la acción social conjunta con otras hermandades, Fraternitas, las recogidas de material escolar o de Reyes Magos, apoyos a instituciones y colegios y la atención personalizada en nuestra casa”. Y en cuanto a formación, “estamos recibiendo a los nuevos hermanos con unas catequesis de tres sesiones, la participación en el Foro Monseñor Álvarez Allende y charlas formativas durante el año”.
Afirma José Cataluña que, para ser más fieles al mensaje de Jesús y llevarlo a los hermanos, “es fundamental la preparación cristiana y el compromiso con la Iglesia de las juntas de gobierno, ser conscientes de la importancia de mostrar a Cristo al mundo no solo en la hermandad sino en todos los ámbitos de nuestra vida”.
Isidro González
Hermandad del Santísimo Cristo de la Sed y Santa María de Consolación, Madre de la Iglesia
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