¿Dónde verla?: Netflix
El estreno en cines de “La sociedad de la nieve” el pasado 15 de diciembre estuvo rodeado de polémica, porque Netflix, productora de la película, había anunciado que 20 días después la lanzaría en su plataforma. Esto suponía una importante contrariedad para las empresas de exhibición cinematográfica, porque limitaba el recorrido del filme en la cartelera. Como protesta, muchos exhibidores decidieron no proyectarlo en sus salas. Esperemos que en lo sucesivo se llegue a un acuerdo beneficioso para todas las partes.
Pero hablemos de esta última película de Juan Antonio Bayona, que considero la más valiosa de su filmografía, por encima de grandes éxitos de taquilla como “Lo imposible” (2012) o “Un monstruo viene a verme” (2016). Porque daba la impresión de que, en los títulos mencionados, la mirada del director catalán eludía la apertura a la trascendencia y en “La sociedad de la nieve” otorga a la religiosidad de los personajes un protagonismo esencial. Se podrá argumentar que la historia real en la que se inspira la cinta, el accidente aéreo sufrido el 13 de octubre de 1972 por un joven equipo uruguayo de rugby, exige esa coordenada, pero hay que darle a Bayona el mérito de una honestidad libre de prejuicios a la hora de reconstruir los hechos a partir del libro homónimo de Pablo Vierci.
Para el espectador, la película supone una gran experiencia visual, sonora y emocional, estremecedora en algunos momentos e íntimamente gozosa en otros. Aunque Bayona ha concebido escenas verdaderamente impactantes, aleja la cámara y usa la elipsis para evitar al público los momentos más desagradables: en especial, cuando los supervivientes deciden alimentarse de los cadáveres para no morir. La banda sonora de Michael Giacchino es espectacular: inquietante como las amenazadoras montañas nevadas de los Andes chilenos donde se estrelló el avión; melodiosa y coral cuando nos muestra la camaradería de los muchachos (la sociedad…); épica para acompañar los esfuerzos de unos y otros durante los 72 días de supervivencia, y la aventura de dos de los protagonistas (Nando Parrado y Roberto Canessa en la vida real) cuando parten en busca de ayuda.
“La sociedad de la nieve”, que tiene opciones de ganar el Oscar al mejor filme internacional, cuenta con un elenco de actores uruguayos, desconocidos para el gran público pero eficaz. La extraordinaria fotografía, mérito de Pedro Luque y del equipo de iluminación, logra imágenes de una belleza apabullante y a veces sobrecogedora, y otras de un lirismo conmovedor. En una de estas últimas el espectador puede leer una frase que eleva definitivamente a la película: “No hay amor más grande que el dar la vida por los amigos”.
Juan Jesús de Cózar