Conmemoramos hoy, en el día de su festividad, a la Virgen del Pilar, recordando su vinculación con Sevilla, a través de breves pinceladas.
Empezaremos, como no puede ser de otro modo, por su hermandad, con sede en la Parroquia de San Pedro, y cuya imagen procesiona en el día de hoy.
Según la tradición, los propios aragoneses que acompañaron al Rey San Fernando III en la Conquista de Sevilla del año 1248, son sus fundadores, y hasta 1696 no se permitió la inscripción como hermanos a los que no fueran de la región.
La actual talla, segunda de la corporación, es anónima y de mediados del siglo XVIII. Tiene el minúsculo tamaño habitual pues el conjunto apenas llega a los cien centímetros. Destaca el bellísimo rostro de la Virgen trazado casi a miniatura. A sus pies están aposentados los Santos Varones que acompañaron al Apóstol Santiago – es fácil de distinguir por su sombrero y concha de peregrino – en la evangelización del territorio peninsular. Debido a las obras de restauración, San Pedro está cerrado y es la Casa de Hermandad del Cristo de Burgos la que gentilmente la ha acogido junto al Nazareno de la Salud de la Hermandad Sacramental, magnífica talla de Felipe de Ribas, un autor de la collación de Santa Catalina como ha descubierto la historiadora Fátima Rosado de Rueda.
Además es la sede parroquial provisional por lo que no dejen la ocasión de ir a misa allí y de ver reunidas por única vez las imágenes titulares de tres de las cuatro hermandades de San Pedro.
La Virgen del Pilar no tiene una presencia profusa en la Archidiócesis de Sevilla y en la capital pocos templos le tienen dedicado un altar como el Convento del Santo Ángel o más recientemente la Iglesia de San Román, regalo de la feligresía a su párroco, Don Francisco Blanc, de origen aragonés.
En algún que otro templo vislumbramos la imagen en el ático de algún retablo como en la Magdalena o en un chaflán en el Convento de Santa Rosalía en cuya parte superior vemos a San Serafín del Monte Granario Confesor, un monje capuchino italiano del siglo XVII y cuya festividad también es el 12 de octubre.
Sevilla cuenta con una Parroquia dedicada a la Virgen del Pilar. Se encuentra en el Polígono San Pablo y ha sido distinguida por la fundación de arquitectura Docomomo. Asimismo la titular procesiona desde 2016.
Y en la catedral, la capilla funeraria de los Pinelo fue la antigua Capilla de los aragoneses, cuya Virgen del Pilar es de Pedro Millán, de principios del XVI (foto de la izquierda).
Podríamos terminar aquí la relación, no obstante hay un espacio sevillano donde sí proliferan las imágenes de la Virgen del Pilar y no es sino los palios. Raro es el que no porta la imagen delante de su titular o en los respiraderos, varales y demás piezas de orfebrería. De hecho hay una curiosa y muy desconocida relación entre la Virgen del Pilar y la Virgen de la Esperanza Macarena. Cada imagen sale en procesión junto a la otra y además hay una serie de personajes vinculados con ambas efigies marianas.
Como curiosidad, en Sevilla no hay ninguna Virgen del Pilar Dolorosa.
El 2 de enero del 2040 se cumplirán dos mil años de la aparición de la Virgen María sobre una columna o pilar, de ahí la denominación, en carne mortal, es decir, antes de su Asunción al Cielo. Consoló al Apóstol Santiago desfallecido en su misión evangelizadora y le hizo prometer que le levantara un templo allí, a orillas del Ebro y que permanecería hasta el final de los tiempos. Y así es: aún pueden verse las granadas de la Guerra Civil incrustada en la pared de la Basílica.
Feliz día a todas las mujeres llamadas Pilar y a todas las entidades que la tienen como Patrona.