La villa ducal de Osuna está viviendo este año con gozo el III centenario fundacional de la hermandad servita de la Virgen de los Dolores, que venera con gran devoción a esta excelsa talla mariana del siglo XVII atribuida a José de Mora. La conmemoración, que ha contado con numerosos actos y cultos extraordinarios, tuvo su momento culminante con el solemne pontifical que presidió el cardenal Amigo Vallejo y la procesión extraordinaria, que recorrió todas las parroquias de la localidad.
“La Virgen de los Dolores es la devoción mariana, por excelencia, de Osuna”, señala el hermano mayor, Juan Peña de la Puerta. “No hay hogar en la población en el que no figure un cuadro o fotografía suya, junto a la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno con quien procesiona todas las madrugadas del Viernes Santo”.
Durante todo este año 2019 la hermandad ha celebrado numerosos actos con motivo de esta conmemoración. Conferencias, exposiciones, misas en honor de santos servitas, publicaciones y cultos extraordinarios, “entre los que destacó el rezo público del Via Matris: piadoso e histórico acto, inédito en la localidad, de meditación de los siete dolores de la Virgen María”. Este día la Virgen procesionó en su hermosa talla sin vestir sobre el restaurado trono neoclásico, portado por horquillas como se hacía en siglos pasados. Y también la Exaltación de los Siete Dolores, “pregón extraordinario en el que un presentador y siete hermanos glosaron, en un ambiente intimista y de recogimiento, los Siete Dolores de nuestra Madre y Señora”.
Pero sin duda el momento central fue el vivido el pasado 21 de setiembre, en que se cumplían los trescientos años de la patente fundacional de la esclavitud de Siervos de María en Osuna. Se celebró una solemne misa pontifical de acción de gracias, que fue presidida por el cardenal Amigo Vallejo, junto al obispo de Asidonia-Jerez monseñor José Mazuelos, natural de Osuna, y diversos sacerdotes. A su término tuvo lugar la procesión extraordinaria de la Virgen de los Dolores, que la llevó por un recorrido inédito por las bellas y monumentales calles de la villa ducal a todas las parroquias ursaonenses, donde fue recibida por las distintas comunidades y hermandades. “La Virgen tuvo la oportunidad única de visitar las tres feligresías de Osuna y el pueblo se lo recompensó con un acompañamiento masivo”, señala el hermano mayor.
La hermandad durante todo el año, como no puede ser de otra forma, mantiene unos vínculos estrechos con la Parroquia de la Victoria, de la que forma parte y con la que colabora estrechamente, “ya sea con el párroco, estando siempre a su disposición, o con los otros grupos parroquiales como Cáritas, a la que destina parte de la bolsa de caridad, comunidades neocatecumenales, catequistas y otras hermandades”.
Desde que hace varios años se comenzó a preparar esta celebración, la hermandad de los Dolores tuvo claro que quería que no fuese una celebración exclusiva de la corporación sino de todo el pueblo cristiano de Osuna. Por ello “muchos de los cultos y actos conmemorativos han tenido ese punto de vista, intentando reforzar la religiosidad mariana ursaonense vista desde la espiritualidad servita para una mayor acercamiento al mensaje de Nuestro Señor Jesucristo”.
Isidro González
Hermandad Nuestra Señora de los Dolores
Parroquia de Nuestra Señora de la Victoria
Osuna (Sevilla)
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