En el cine de animación encontramos muchas veces películas incomparables, literalmente hablando. Si, por ejemplo, comparamos cualquier cinta de Pixar con la recientemente estrenada El malvado zorro feroz, las diferencias son evidentes. Y sin embargo, en ambos casos se trata de obras artísticas. Pixar ofrece al espectador una vanguardista técnica digital al servicio de guiones sólidamente construidos, un diseño colorido e hiperrealista plagado de sutiles detalles gestuales y sorprendentes efectos visuales. Detrás hay una creatividad desbordante, mucho trabajo… y un amplio presupuesto.
El malvado zorro feroz, en cambio, opta por un grafismo clásico cercano al cartoon, donde cada fotograma parece una acuarela. Los suaves colores de los dibujos traspasan a veces unos contornos poco definidos; los trazos son tenues pero certeros; y las tres divertidas historias que nos cuenta el filme están planteadas de forma muy sencilla, de modo que resulten fácilmente comprensibles por los más pequeños. Detrás de esta producción francesa están Patrick Imbert y Benjamin Renner, autores también Ernest & Celestine, otra valiosa película de animación nominada al Oscar en 2014. El guion lo firma el propio Renner, que aquí adapta a la gran pantalla sus propios cómics.
Las tres fábulas, escenificadas como si se trataran de representaciones teatrales, están ambientadas en una granja donde pululan un cerdo, un conejo, un pato, un grupo de gallinas, varios polluelos, un zorro, un lobo… Una convivencia aparentemente peligrosa que el argumento consigue resolver positivamente a través de un humor simple y directo, sin dobles sentidos y cargado de buenos sentimientos. En la primera historia, titulada “Un bebé para entregar”, tres animales de la granja deben llevar un bebé a sus padres, ante la desidia de una cigüeña. El segundo cuento, “El malvado zorro feroz”, presenta una situación cómica y casi surrealista: unos traviesos pollitos recién nacidos toman a un zorro por su madre. El último relato, “Hay que salvar la Navidad”, narra las vicisitudes de los animales para ayudar a Papá Noel y proteger la ilusión de los más pequeños.
Cine europeo de calidad con tintes de Miyazaki, que a los más veteranos nos retrotrae a los cómics de nuestra infancia y atrapa a los pequeños por la claridad de la narración, la gracia de los personajes y la ternura de las historias. La cinta fue galardonada en Francia con el Premio César 2018 a la mejor película de animación.
Juan Jesús de Cózar