¿Dónde verla?: Amazon Prime Video, Rakuten TV
La industria de Hollywood sabe vender, como ninguna otra cinematografía, los hitos de la historia de los Estados Unidos. No solo aquellos logros que contribuyeron a construir la nación más poderosa del mundo, sino también otros menos relevantes aparentemente pero no exentos de épica y de fuerza inspiradora para el ciudadano medio. Los dramas deportivos, en concreto, son una verdadera especialidad del cine norteamericano, por su potencial para ser presentados como ejemplos de superación.
Recuperamos en estas líneas una película de 2015 titulada “McFarland, USA”, muy recomendable por su calidad, su rico contenido humano, la naturalidad con que muestra los valores espirituales y el buen sabor de boca que dejan los desenlaces de las diversas tramas. Aunque puede inscribirse en el género deportivo, hay un fuerte y positivo componente social, que dota a la trama de una profundidad que va más allá del aspecto competitivo. La dirección es de la neozelandesa Niki Caro, que saltó a la fama con “Whale Rider” (2002), una cinta que obtuvo numerosos premios internacionales y una nominación al Oscar. El otro plato fuerte del filme es la interpretación de Kevin Costner, que borda uno de los papeles más atractivos de su carrera.
El guion, basado en hechos reales, nos sitúa en 1987. Jim White (Costner), entrenador del equipo de fútbol americano de una escuela secundaria de Boise (Idaho), es despedido por su comportamiento violento con uno de los jugadores. A White, casado con Cheryl (María Bello) y padre de dos hijas, no le queda más remedio que aceptar un puesto como profesor y entrenador en un centro escolar de McFarland, una pequeña ciudad de California con mayoría de habitantes de origen mexicano. Su adaptación y la de su familia no será fácil, pero en McFarland experimentará White su particular Damasco: una nueva visión de la vida, del trabajo, de la relación con su mujer y sus hijas, de los hispanos con los que ha convivir…
Cuando White descubre las buenas cualidades físicas de algunos de sus alumnos, decide organizar un equipo de corredores de campo a través y convencerlos para participar en diversos campeonatos. La mayoría de los chicos son hijos de jornaleros que trabajan duramente y serán para White un espejo en el que examinar la bondad de sus intereses, reconocer dónde deberían estar sus prioridades y desarrollar su capacidad para comprender a los demás. Una evolución en la que su mujer desempeñará un papel esencial.
La ambientación de época, la banda sonora y la fotografía aportan realismo y belleza a una película que presenta la fe con naturalidad (emocionante la escena del Padrenuestro) y defensora de un liderazgo centrado en la dignidad de las personas.
Juan Jesús de Cózar