La Parroquia del Corpus Christi de Sevilla se encuentra en la Avenida de la Palmera. Se consagró en 1933 y desde entonces cubre las necesidades religiosas de una amplia zona en el sector sur de Sevilla donde se produjo una eclosión espectacular como consecuencia de la Exposición Universal del año 1929.
La vida ha cambiado, los años han pasado y esta parroquia sigue siendo un centro espiritual con una vida muy activa. Muestra de este dinamismo son sus grupos parroquiales entre los que podemos enumerar: La Hermandad Sacramental del Santísimo Corpus Christi y Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción; Cáritas; Colegio Parroquial; Coro parroquial; Pastoral de la Salud; Pastoral Prematrimonial; Comunidades Neocatecumenales; Vida Ascendente; Oración de las Madres; Lectio Divina; Apostolado de la Divina Misericordia; Parroquial Guadalupano; Formación en la fe para Adultos; Taller Formación de Adultos; Catequesis y un nuevo grupo que ha llamado nuestra atención, nos referimos al grupo de oración Mirando al cielo.
Si el grupo de Oración de Madres de la Parroquia de San Sebastián se centraba en un acto de oración por los hijos, pidiendo los cuidados de Nuestro Señor, y siguiendo un ritual establecido por su fundadora, en este caso, en la Parroquia del Santísimo Corpus Christi el grupo de oración Mirando al cielo se trata de un grupo de madres que han perdido un hijo.
Esas perdidas han sucedido algunas en edad muy temprana, otros ya mayores pero la mayoría en la adolescencia. Hay mucho dolor, dolor escondido que no termina de recibir un descanso y encontrar una esperanza. El grupo se creó hace un año ante el interés de algunas madres por resolver esta situación. El dolor, vivido en soledad, no encontraba consuelo y nada les reconfortaba por lo que decidieron unirse buscando la oración, la espiritualidad y la paz. Hoy el grupo está formado por unas 40 mujeres, algunas de ellas de fuera de Sevilla capital.
El nombre del grupo “Mirando al Cielo” fue bautizado así porque es donde ellas siempre están mirando, porque es en el cielo donde se encuentran sus hijos y por quienes oran. Se reúnen el tercer martes de cada mes entre las 19:30 y las 20:30 horas. Previamente asisten a una misa a las 19:00 dedicada a sus hijos.
En las reuniones, Jesus Donaire Dominguez, párroco del Corpus Christi o Ángel García-Rayo Luengo, vicario parroquial, les imparten charlas sobre la esperanza cristiana, la oración, la confianza en Dios o la vida eterna.
La intención de estas reuniones no es que las madres manifiesten sus sentimientos en público, rara vez suelen intervenir. Ellas encuentran consuelo en la escucha y en la contemplación. Solo con estas charlas y se llenan de esa paz que un día perdieron.
La unión que comparten, debido al vínculo común por la perdida, les está dando fuerzas para seguir afrontando su vida. Entre ellas se apoyan. No les hace falta nada más. No tienen un rito establecido. Todo es espontáneo e íntimo. Son la muestra de un tipo de grupos que surgen en muchas de nuestras parroquias con el objetivo de ofrecer acompañamiento y consuelo mientras se acercan a Dios.