Este 2020 es el año del IV centenario de la sagrada imagen de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder, que su hermandad está conmemorando con un relevante programa de actos. Destaca el Año Jubilar, inaugurado el pasado 23 de noviembre, y la celebración en estos días de Epifanía del tradicional Quinario. Una sucesión de actividades que culminarán en octubre con el traslado del Señor para una misión a Los Pajaritos, La Candelaria y Santa Teresa, y la vuelta, previo paso por la Catedral, a San Lorenzo en procesión extraordinaria.
El Arzobispo de Sevilla, monseñor Juan José Asenjo en la apertura del Año Jubilar destacó “que el nuevo estilo que marca esta hermandad en la celebración de este IV centenario va a ser trascendente en el futuro”. El hermano mayor, Félix Ríos, considera que el arzobispo valoraría la visita del Señor a estos barrios periféricos “así como la voluntad decidida de la hermandad de incorporar la evangelización como uno de sus carismas y fines preferentes”.
Trasladar la imagen del Gran Poder a estas zonas “surge de una reflexión sobre cuál ha de ser el papel de las hermandades y de la nuestra en particular, en la iglesia y la sociedad de hoy y del futuro.” Al encontrarnos en un nuevo siglo parece lógico que no pueden seguir repitiéndose esquemas del pasado, y en este contexto la providencia sitúa la celebración del IV centenario de la imagen. “La conclusión no podía ser otra: si por una parte la Iglesia hoy nos pide a los laicos una mayor participación, que seamos iglesia en salida y vayamos a las periferias, y por otra está clara la opción evangélica preferencial por los pobres y los alejados, era casi obligado que esta celebración tuviera la forma de misión popular con el Señor”, recalca Félix Ríos.
Sobre la relación con las tres parroquias a las que irán, el hermano mayor señala que “desde el previo reconocimiento del trabajo que vienen realizando sus párrocos, feligreses y distintos movimientos de la Iglesia, la hermandad lo que ha hecho es ponerse a su disposición para que sus hermanos se integren en los distintos grupos de pastoral a título individual, no como hermandad”.
Así, está funcionando ya un voluntariado de la hermandad en pastoral de la salud, penitenciaria, orientación jurídico-administrativa, Cáritas, etc. Y con independencia de ello, “se están madurando dos proyectos adicionales que por su complejidad requieren un mayor tiempo de desarrollo”.
Recuerda el hermano mayor que el fin no es preparar la llegada del Señor a los barrios, sino “permanecer allí cuando vuelva a San Lorenzo, y que este sea el lugar de actuación preferente de la hermandad en el futuro”.
Las semanas de misión entre octubre y noviembre próximos tendrán una amplia repercusión dentro y fuera de nuestra ciudad. Desde la hermandad se espera “que se vivan como un auténtico acontecimiento de gracia, que el Señor toque los corazones de quienes viven alejados de Él, y seamos capaces de llevar allí toda la misericordia de Dios que tan bien expresa el bendito rostro de Jesús del Gran Poder”.
Sobre este aniversario del Gran Poder, monseñor Asenjo afirmó que “va a marcar un antes y un después a la hora de celebraciones similares”. Félix Ríos subraya una preocupación que debe ser común para los cofrades: “en un momento de regresión en número de las órdenes y otros movimientos religiosos, es fundamental que las hermandades como organizaciones de laicos demos un paso al frente y asumamos nuevas responsabilidades. Si tanto alardeamos del número de personas que congregamos, es hora de dar un paso más. De lo contrario, el futuro será complicado”.
Isidro González