Mula

Cuando Clint Eastwood estrena una película parece obligado “rendir” reseña. Y eso aunque la cinta no alcance el nivel de sus obras mayores, como es el caso de “Mula”. E incluso a pesar de que el crítico tenga sus reservas respecto a algunas decisiones del guión, que en esta ocasión se muestra menos contenido y cede en algunos pasajes a un exhibicionismo innecesario, que limita su visionado al público adulto. Y es que desde hace más de dos décadas el cine del Eastwood se ha convertido en sinónimo de calidad, ha ido planteando temas de mayor calado ético y ha logrado captar el interés de jóvenes y mayores.

A sus 88 años (en mayo cumplirá 89), el director californiano nos entrega un filme que mantiene conexiones temáticas con la magistral “Gran Torino” (2008), donde la familia, la culpa y la redención ocupan el centro de las preocupaciones del protagonista, encarnado por el propio Eastwood. Aunque no cabe calificar la película como autobiográfica, porque el argumento parte de premisas ajenas a la vida del realizador, sí se puede afirmar que ha volcado parte de su persona en el personaje.

La historia de “Mula” se inspira en un artículo aparecido en el New York Times Magazine titulado “Una mula de la droga de 90 años en los cárteles de Sinaloa”, escrito por Sam Dolnick. El protagonista, Earl Stone, es un anciano floricultor, veterano de la Segunda Guerra Mundial. Su vida ha sido su trabajo y su pasión el cultivo de variedades de lirio. Como esposo y como padre Earl es un desastre. La inminencia de un embargo por la quiebra de su negocio le lleva a aceptar un “encargo” muy bien remunerado: transportar cocaína para un cártel mexicano. Por su parte, el agente de la DEA Colin Bates (Bradley Cooper) comienza a seguir los pasos de esta misteriosa mula.

Firma el libreto Nick Schenk, el mismo guionista de “Gran Torino”, que salpica de humor un relato que en realidad plantea cuestiones muy serias. El elenco es notable: además de Cooper, a Eastwood le acompañan Dianne Wiest, Laurence Fishburne, Andy García y su hija Alison Eastwood, entre otros.

“Earl ha fracasado en su vida familiar, pero se ha estado engañando explicando a los demás cómo relacionarse con sus propias familias. Ahora quiere volver al redil, pero no lo va a tener fácil”, explica Eastwood sobre su personaje. Una afirmación que suena un poco a confesión, porque el itinerario familiar de Clint Eastwood, padre de 8 hijos fruto de 6 relaciones, se adivina problemático. Pero como él mismo afirmó en una entrevista: “Nunca es tarde para aprender”.

Juan Jesús de Cózar

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