Nuestra Señora Reina de Todos los Santos

Devoción mariana del barrio de la Feria

Concluye el mes de octubre y Sevilla mira hacia la gran devoción mariana del barrio de la Feria. En la parroquia centenaria de Omnium Sanctorum, una señera Hermandad de Gloria, también secular, custodia con veneración a la Santísima Virgen, Reina de Todos los Santos, que en estas fechas recibe el tributo fervoroso de sus cultos y la solemne procesión, que suponen uno de los broches de oro del ciclo sevillano de Gloria.

En palabras de su Hermano Mayor, Joaquín de la Peña Fernández, “la devoción a la Santísima Virgen es una seña del barrio de la Feria. Cuando hablamos de la Reina de Todos los Santos se nos abre un rompimiento de gloria, una ratificación de la esperanza que anhelamos, de las amarguras que superamos en esta vida y de la letanía de alabanzas que no nos cansamos de repetir en la oración diaria del rosario”.

Esta devoción mariana se asienta en un entorno que ha sufrido una drástica transformación urbana y social en las últimas décadas. Sobre cómo ha afectado a la veneración y el culto a la Santísima Virgen, De la Peña señala que “las devociones y la vida diaria de nuestras parroquias no está exentas de la evolución social, geográfica o económica de las feligresías. Ciertamente, el barrio ha sufrido un cambio radical: desde las tradicionales casas de vecinos a los actuales pisos turísticos o al ambiente “alternativo” de los alrededores hay un mundo de diferencias”. No obstante, esta zona de Sevilla siempre ha sido de “amalgama”, donde secularmente ha imperado el respeto, la comprensión y el diálogo.

Esto “ha permitido el reto y la oportunidad, al menos, de una pacífica convivencia y de un intercambio de ideas que se enmarcan en la parábola de la siembra que nos pide el Señor. Es Él quien recoge y no nosotros”.

La imagen de la Virgen, obra del siglo XVI atribuida a Roque Balduque, es la titular de la parroquia. Respecto a la relación de la Hermandad con la parroquia asegura que “quizá nuestra Hermandad sea un caso poco común entre las hermandades de Sevilla pero, este carisma, que en nuestro caso se remonta a más de 500 años, creo que es una de las claves del futuro de nuestra Iglesia”.

Y sobre cómo profundizar en esta mutua colaboración que a todos enriquece, apunta a “la centralidad del Señor en la Eucaristía, a la suma de esfuerzos formativos, el hacer sentir a los hermanos como una fuerza enriquecedora y dinamizadora de la comunidad parroquial, lo que supone un patrimonio tanto o más valioso que el patrimonio artístico que atesora la corporación”.

Una Hermandad de Gloria como ésta, aún histórica y centenaria, no tiene las dimensiones de una de Penitencia, pero sí fue una adelantada a otras muchas en actividades formativas y espirituales hace varias décadas, en sintonía con la época del Concilio Vaticano II. “No hay comunidades ardientes sin líderes que establezcan retos, que propicien cambios. Cada uno de nosotros somos herederos de los hombres y mujeres que nos educaron, que nos antecedieron en la Fe” señala, recordando que “de ese pozo rico en experiencias de Fe y en vitalidad eclesial hemos bebido los que hoy formamos la Hermandad Sacramental y esas aguas son las que esperamos y deseamos que sigan fluyendo en Omnium Sanctorum”.

La formación cristiana, tan necesaria para conocer qué es lo que vivimos y celebramos, “forma un eje fundamental de la vida de la Parroquia. En este tema tan nuclear no podemos ni debemos desperdiciar recursos. Por eso nuestra acción se encamina siempre en coordinación con la Parroquia”. Es la Parroquia quien marca y organiza las líneas fundamentales y la Hermandad la que las complementa con acciones puntuales (litúrgicas, pastorales, etc.).

Otro elemento esencial es la caridad. “Seguimos la misma línea que en el apartado de formación. Hay que ser realistas y pensar que una Hermandad de nuestra dimensión no puede mantener estructuras permanentes y control de los recursos que se dedican a caridad, por lo que es más efectivo que se centralice a través de Caritas Parroquial”. Cosa distinta es la atención directa a los hermanos con distintas necesidades; una hermandad pequeña sí permite una mayor cercanía al conjunto de los hermanos que se puede solventar con una simple llamada de teléfono o una visita. “A veces la caridad sólo consiste en hacer saber que hay unos hermanos que se acuerdan de ti”.

“La Novena a la Santísima Virgen Reina de Todos los Santos siempre ha sido el núcleo de la devoción mariana del barrio”. La alta participación en cada día, las intenciones por cada uno de los movimientos y hermandades de la Parroquia, el jubileo circular y el culmen de la Función Parroquial y de la Hermandad constituyen un “in crescendo” que llega a su culmen con la salida de la Santísima Virgen a las calles del barrio. En su opinión “la clave de la alta participación que celebra en estos días en Omnium Sanctorum se encuentra en el tradicional cuidado de los aspectos litúrgicos, desde los acólitos a la predicación, el canto, los subsidios, etc. que hace que por el culto nos acerquemos al misterio de Dios y de María”.

La religiosidad sevillana se basa, en gran parte, en las Hermandades de Gloria que veneran a las patronas de las feligresías. Sobre cómo actualizar esta devoción y amor tradicional a la Santísima Virgen y a su Hijo, De la Peña opina que “mirando hacia dentro. En un mundo donde lo efímero, lo circunstancial y lo aparente ejerce un dominio mediático, sólo la Verdad en Jesucristo, el Señor, nos hará libres para ser lo que soñaron nuestros fundadores”. Y añade, convencido, que “de nada nos servirán grandísimos y hermosísimos altares, magníficas y señoriales andas procesionales, sonoras y estruendosas marchas procesionales si el Amor de Dios no es claro y diáfano en medio de cada uno de nosotros”. Porque a los cofrades, “sólo por una cosa nos reconocerán, porque nos amemos como Él nos amó”.

Las Hermandades y la piedad popular viven momentos de auge numérico o cuantitativo. Sin embargo, en otros aspectos más cualitativos podemos encontrar algunas sombras o lagunas. Al respecto, recuerda “cómo en los años de la transición algún prelado del episcopado español se atrevió a calificar despectivamente la religiosidad popular, especialmente la que se desarrollaba en Andalucía. Tan contundente fue aquella afirmación que el Consejo General de Cofradías de Sevilla se atrevió a elevar una respuesta, explicando cuáles eran las bases que sustentaban esa religiosidad popular y cuáles los beneficios pastorales de la misma”.

Sobre cómo mejorar el nivel de participación interior y la vida cristiana de cuantos viven en torno a estas devociones tradicionales de nuestra religiosidad, Joaquín de la Peña afirma que “desde entonces han sido múltiples las alusiones que tanto el papado como el episcopado han realizado sobre el particular en una doble dirección: analizar este fenómeno y alcanzar a vislumbrar las líneas pastorales que consigan purificar y hacer fructificar este amplísimo campo que el Espíritu ha puesto a disposición de la Iglesia a través de los siglos”. Y como resumen de todas ellas destaca: “lo que siempre ha dado sentido a nuestras hermandades y cofradías, sea cual sea el apellido que a ellas se le coloque, la vivencia de una fraternidad radical en torno al Señor, a la Santísima Virgen y a los santos”.

En definitiva, sólo el cumplimiento del Amor a Dios y a los hombres y mujeres de nuestro tiempo seguirá justificando la existencia de nuestras hermandades como corporaciones vivas y no como magníficos y bellos museos itinerantes.

Isidro González

 

Hermandad Sacramental de Nuestra Señora Reina de Todos los Santos

Parroquia de Omnium Sanctorum

Casa de Hermandad: C/ González Cuadrado, 57

41003 – Sevilla

Teléfono:  954 37 75 35

Correo electrónico: hermandad@reinadetodoslossantos.org

Web: www.reinadetodoslossantos.org.

 

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