Colaboradores de la Delegación Diocesana de Medios de Comunicación
María José García Romero. Sevilla (1967)
Francisco A. Correal Naranjo. Ciudad Real (1957)
Matrimonio, padres de cuatro hijos
El 7 de julio, María José y Paco (como le llaman todos sus amigos y conocidos), cumplirán 35 años de casados. Son padres de cuatro hijos: el primero está en el cielo y no llegó a nacer; Andrea (32); Carmen (29), “felizmente casada con Nico que es como otro hijo más” y Francisco Javier (17).
Ambos son periodistas de profesión, él hizo periodismo en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid, ha trabajado en El Correo de Andalucía, perteneció al grupo fundador de Diario 16 Andalucía, trabajó algunos años en El País y también pertenece desde sus inicios al Diario de Sevilla. Ha colaborado en COPE Sevilla, SER, Canal Sur Radio y TV; es autor de varios libros, el último Cómo sigue llorando Sevilla. María José es licenciada en periodismo por la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid. Ha desempeñado diversos trabajos en la Junta de Andalucía, Colegio de Médicos, Revista Surrealista, Agua de Sevilla. En estos momentos es la responsable de Comunicación en Tecnolaser Clinic Visión.
Comunicación digital
Los dos participan activamente en la comunicación de Ómnium Sanctorum, parroquia sevillana a la que pertenecen. “Hace unos años vimos la necesidad de formarnos para tener una fe más madura. Juntos hemos realizado los cursos que nos acreditan como expertos en Nueva Evangelización y Formación para el liderazgo. En estos momentos, hacemos – juntos también – el curso de Liturgia y Religiosidad Popular, ambos títulos impartidos por la Facultad de Teología San Isidoro de Sevilla. Además, son fieles colaboradores de la Delegación de Medios del Arzobispado de Sevilla. Son hermanos de la hermandad de la Reina de Todos los Santos y de los Javieres, tienen vinculación con el Carmen Doloroso, la Esperanza de Triana y, con el Proyecto Amor Conyugal desde que realizaron el retiro en febrero de 2020.
Apostolado de la comunicación
“Nuestra vocación, después del matrimonio, es la de la comunicación. No podemos abstraernos de comunicar la Buena Nueva de la salvación. ¡La mejor noticia de todos los tiempos! Dios nos quiere y estamos salvados”, afirman.
Paco asegura que “Palabra y Verbo son esenciales en el mensaje de Jesucristo. La Buena Nueva. Cada 24 de enero renovamos en la festividad de San Francisco de Sales, obispo de Ginebra y patrono de los comunicadores, ese compromiso con la fe mediante el periodismo. Es una profesión donde los pecados abundan (la vanagloria, la soberbia, la precipitación, la parcialidad, el engreimiento), pero si te fijas bien las virtudes también se prodigan a porrillo”.
María José añade que es de vital importancia la presencia de la Iglesia en el continente digital, “porque debe estar allí donde esté el hombre y más aún dónde haya dolor, marginación, mentira, falsedad, oscuridad… El continente digital necesita ser evangelizado. Un poco de luz no le vendrá nada mal. Tenemos que estar en todas partes y también en redes sociales, como institución y como cristianos de a pie a título personal, dando ejemplo y testimonio”. Para Paco, “Dios está en todas partes. Te lo dice un periodista analógico que escribió a máquina y que en 45 años de ejercicio del oficio sólo usó la grabadora en dos entrevistas. Lo sustancial no hay que grabarlo. Es como el que cree que haciendo fotos con el móvil de una imagen ya ha completado el ciclo devocional”.