La familia: ámbito necesitado de misericordia

La familia, hoy en día, es uno de los ámbitos más necesitados de misericordia. 
“Es especialmente importante volcar la misericordia de Dios sobre los matrimonios y las familias. La familia constituye  una auténtica escuela de humanidad, socialización, eclesialidad y santidad (….). En ella experimentamos por primera vez la misericordia de Dios”. Evangelii Gaudium, 66.
Hay una serie de factores que influyen negativamente en las familias: ideología de género, concepción emotivista del amor, inmadurez afectiva, miedo al compromiso, fragilidad de los vínculos, dificultad del acceso a la vivienda y al trabajo, individualismo, etc…
Por todo lo anterior, vemos que la Familia sufre distintas dificultades e incomprensión y necesita apoyarse  en la  misericordia de Dios.
En el ámbito de la propia familia se puede practicar la misericordia de distintas formas :  con capacidad de escucha, tolerancia, perdón, compasión, mutua ayuda, recomenzando….
“Necesitamos un cambio, desde la categoría de la  misericordia y la ternura. Se hace necesario un cambio de ojos y de corazón.” Mons. Carlos Osoro, arzobispo de Madrid. 44ª semana Nacional para los Institutos de Vida Consagrada.
Tenemos, entre todos, que encontrar maneras concretas para dar una respuesta pastoral más eficaz para quienes sufren. Esa respuesta permitirá aliviar su dolor y curar sus heridas por medio de los instrumentos que pone la Iglesia a la disposición de las familias que sufren. https://familiayvidasevilla.wordpress.com/
La Iglesia se comporta así como el Buen Samaritano,  “apeándose del caballo e inclinándose para curar las heridas” de todas las personas que sufren.
“El programa del cristiano, del Buen Samaritano, de Jesús, es un corazón que ve. Este corazón ve donde se necesita amor y actúa en consecuencia.” Num 31 Deus Caritas est.
Sólo si actuamos con un amor misericordioso será posible que nos podamos acercar a los hombres y mujeres de nuestro tiempo  ayudándoles a levantarse.
El Papa ha anunciado recientemente un Jubileo extraordinario que tenga en el centro la misericorida de Dios.
 Se mostró convencido al anunciarlo de que » toda la Iglesia podrá encontrar en este Jubileo la alegría para redescubrir y hacer más fecunda la misericordia de Dios, con la  cual todos estamos llamados a dar consolación a cada hombre y mujer de nuestro tiempo.«
Invoquemos a María como Reina y Madre de la Misericordia para que nos ayude a poner “aceite en las heridas” de tantas familias que sufren.