Hay personas que tachan a otras de “fundamentalistas” porque cuando manifiestan con libertad lo que piensan sobre sus creencias, al no estar de acuerdo con ellas, en lugar de respetar su opinión, directamente intentan insultarlas con ese apelativo.
Pues sí, yo me considero “fundamentalista” porque creo en lo fundamental.
Y para mí lo fundamental es DIOS.
Cuando digo “YO CREO”, estoy diciendo implícitamente que lo confieso y además lo proclamo.
Cuando digo “YO CREO”, también me estoy comprometiendo con aquello en lo que creo no sólo de palabra, sino también en un estilo de vida (aunque como pecadora me queda mucho camino que recorrer…).
Cuando digo “YO CREO” estoy rechazando otras afirmaciones que me presentan como únicas y verdaderas y opto por creer en lo único que para mí lo es, DIOS, roca firme sobre la que se asienta mi fe.
Y lo fundamental en lo que creo está recogido simple y llanamente en el CREDO y en el Catecismo de la Iglesia Católica, nada más y nada menos.
Dios es la fuente de la VIDA. Yo creo en ella también. Por lo cual tenemos que agradecerle a Él nuestra existencia y ayudar en la defensa de la misma que tantos detractores tiene.
Todos hemos nacido en una FAMILIA. A la que debemos defender por encima de todo y no permitir los continuos ataques de los que es objeto.
La LIBERTAD es algo fundamental también por lo que debemos luchar y no consentir ningún tipo de totalitarismo que de una u otra manera aparecen día a día en nuestra sociedad.
Ninguna política pública es neutra, todo gobernante tiene un concepto de PERSONA y a su vez de la SOCIEDAD que pretende promover; debemos manifestar nuestra defensa de la dignidad de la misma y a partir de ahí promover valores como la JUSTICIA, tan bien desarrollada en la Doctrina Social de la Iglesia (que muchos políticos deberían conocer).
Sobre esos 5 pilares DIOS, VIDA, FAMILIA, LIBERTAD Y JUSTICIA asiento como creyente mi cosmovisión del mundo.