Hacer historia

Todas las hermandades tienen su historia. En unas se mide por siglos, en otras por decenios; pero todas tienen algo en común. La historia de una Hermandad es la historia de las personas que la han ido formando a lo largo del tiempo, con sus grandezas y sus miserias.  Las hermandades son organizaciones de personas que comparten unos valores, una ética, una cultura y una forma, más o menos destilada, de religiosidad popular. En todas la persona en el centro de la historia.

Es importante ir construyendo la historia de las hermandades; pero la historia no son colecciones de anécdotas; tampoco una relación de hechos ordenados cronológicamente, sin más. Ese es el material para elaborarla. Hacer historia es saber trascender lo inmediato, tener ideas claras sobre qué es lo anecdótico y qué lo importante. El día a día –la Tómbola, o las actividades del Plan de Formación-  son importantes en tanto en cuanto trasciendan lo inmediato y se inserten en los fines de la Hermandad.

Al estar sujetas a cambio, las realidades son, esencialmente “realidades temporales”. Pero la vida  no es sólo una serie de momentos que se suceden como en una exposición, cosas  que van pasando. En el caso del hombre –y de la Hermandad-  el tiempo va constituyendo “una historia”, no sólo una sucesión de momentos, porque hay un sujeto consciente y libre que permanece en los cambios. Esta conciencia de sí, de que es persona humana, es la que permite al hombre llegar a poseer su pasado y proyectar el futuro, tener una historia personal e intervenir en la historia humana (también en la historia de su Hermandad), superando el determinismo. Desde su libertad, su trabajo y su esfuerzo el hombre va trabando los acontecimientos y dotándolos de un sentido, de un “argumento” construyendo su historia y la de la Hermandad, a la que puede mejorar.

Es importante encontrar el hilo, la conexión en el tiempo y en el espacio de los hechos  importantes de la vida de la hermandad, los que se  proyectan en  el futuro a través del presente. Fenómenos de todo tipo: económico, social, político, cultural, religioso, artístico.

Hay que hacer historia buena, sana. Huir del positivismo, que tiende a considerar sólo los hechos cuantificables, medibles y compatibles con su creencia de lo que es científico; y a descartar los que  pueden valorar y dar sentido a los mismos, precisamente los más vitales. Es preciso establecer el sentido general correcto e insertar en él insertar los datos trascendentes que lo confirman.  Lo histórico se define únicamente por su permanencia en el tiempo,  positiva o negativa.

Hagamos historia. La Historia de nuestra Hermandad.