En Constantina el pasado día 5 de agosto se presentó el vídeo síntesis del proyecto ‘Pintando sonrisas por el mundo’ que Carmen Meléndez, directora de la escuela de pintura ‘El Gurugú’, con sede en el monasterio idente ‘La victoria de san José’ sito en esa hermosa localidad de la Sierra Morena sevillana, y dos alumnas, una de las cuales procedía de Guadalcanal, han llevado al Hogar del Niño Jesús en la ciudad de Abancay (Perú), regido por los misioneros identes.
Con una expectación sin precedentes (tres pases del vídeo), unas doscientas sesenta personas que en este cálido agosto, época vacacional por excelencia, no quisieron perderse la proyección, aunque muchas se hallaban fuera, la acogieron con un largo aplauso y los ojos húmedos por la emoción. No era para menos, porque esta acción solidaria, que tanto bien personal les ha reportado a estas mujeres, tenía como destinatarios niños en grave exclusión social que han sido “abandonados” por sus familias. Esa desnudez por falta del abrazo materno que nadie ni nada puede sustituir, y que ha dejado en sus rostros un rictus de lógica tristeza, la han vestido Carmen, Fernanda y Encarni, unidas a los misioneros, con una sonrisa en nombre de sus compañeros de la escuela de pintura, algo más de un centenar, y de muchas personas que también habrían querido viajar con ellas. Las dos localidades se han volcado en el proyecto. Ha sido secundado por las corporaciones municipales, hermandades, colegios, empresarios, medios de comunicación, entre ellos la COPE Sierra Norte, y numerosos particulares.
Si conmovedoras son las imágenes que vemos a diario de niños y niñas desasistidos, cuando se les conoce, se les abraza, se les ofrece lo mejor que se posee, como a ellas les ha sucedido, es inevitable que el corazón quede preso de la aflicción. Una aflicción activa; no pasiva, que insta a seguir buscando recursos para poder ayudarles, como ya están haciendo.
Viendo tanta carencia en esos niños y la gratitud con la que acogen lo que se pone en sus manos, cuando en lugares como España muchos otros de similares edades viven caprichosamente, y se permiten el lujo de desechar los bienes que puso a su alcance la cuna que les vio nacer (infinitamente más amable que la de esos otros muchachos), sin saber valorarlos, impresiona que al preguntar a estos pobladores del Hogar del Niño Jesús qué desearían que se les llevase cuando regresen de nuevo, respondieran pidiendo simplemente un trozo de jabón. En nuestro país tal respuesta, gracias a Dios, es inconcebible. Pero es que una pastilla de jabón, como estas mujeres generosas recordaban, allí es “oro puro”. Y en el vídeo se aprecia cómo estos niños peruanos han de lavar ellos mismos sus modestas prendas, y con cuanta dificultad lo hacen, entre otros detalles de su vida cotidiana, amén de la alegría con la que degustaron por vez primera en sus cortas y dolientes vidas la deliciosa tarta que les prepararon.
No podemos volver la espalda a estas sangrantes realidades del mundo en el que vivimos. Por fortuna, así lo entienden muchísimas personas, que como estas mujeres de Constantina, casadas, con hijos, y alguna hasta con nietos, se han embarcado en esta aventura que no ha hecho más que comenzar para seguir manteniendo viva la sonrisa en el rostro de estos niños que con su ternura y alegría han sabido extraer porque han sido portadoras de esperanzas.
Es inevitable preguntarse, pero ¿tanto cuesta aportar una pequeña cantidad para contribuir en la medida de lo posible a que cambie la vida de quienes sufren tantas carencias? A mi modo de ver, no. Es cuestión de solidaridad, de generosidad, de coraje, de ilusión, de mucha fe y la certeza de que en una acción voluntaria es infinitamente mayor lo que se recibe que lo que se da. Así lo han entendido estos vecinos de Constantina y Guadalcanal que continúan en la brecha alentando este proyecto.
El vídeo ha conmovido a estas localidades sevillanas que, además, por vez primera conocían la labor que los misioneros identes realizamos en cuatro continentes, y del que este reportaje es una pequeña muestra.
Quien quiera ayudar a estos niños peruanos puede hacerlo depositando su donativo en la siguiente cuenta: C/C: 0049 1893 07 2410267619 // IBAN: ES69 0049 1893 0724 1026 7619
Muchas gracias a quienes siguen contribuyendo a crear un mundo mejor.