En el último número de Iglesia en Sevilla (nº 68, semana del 12 al 18 de junio) podemos leer una carta del Arzobispo de Sevilla, Don Juan José Asenjo, titulada «Católicos presentes sin complejo en la vida pública». En ella, que recomiendo leer con atención, nos decía: «necesitamos cultivar un catolicismo militante, no es sentido bélico y agresivo, sino en el sentido más noble de la expresión, un catolicismo activo, con una implantación fuerte, significativa y evangelizadora, en la vida pública«. Nuestro Arzobispo alienta a los laicos sevillanos a implicarse en el apostolado, a anunciar a Jesucristo. Y concluye la carta recordándonos que el Señor nunca deja solos a los evangelizadores.
Las palabras de Don Juan José me llevan a releer la Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium La Alegría del Evangelio del papa Francisco. Pienso que todos los católicos la hemos leído, pero os recomiendo hacerlo de nuevo en los tiempos que vivimos y al hilo de la petición de implicación en la vida pública de nuestro Arzobispo.
Recientemente el papa Francisco ha llamado al mundo católico a implicarse en la gran política. Es una llamada importante que debemos meditar y comprender lo que significa en un mundo lleno de desigualdades e injusticias que no cesan. El papa Francisco y el Arzobispo de Sevilla nos llaman a no permanecer al margen, y con ello implicarnos en una transformación de la realidad de inspiración evangélica, es decir, impregnada del profundo, espiritual y social mensaje de Jesús.
El día 14 de junio se ha llevado a cabo en el Arzobispado, organizado por la Delegación Diocesana de Apostolado Seglar, bajo la dirección de D. Enrique Belloso, y la inspiración de D. Juan José Asenjo, el Encuentro de Pensamiento Cristiano, que se lleva a cabo dos veces al año, con el título «La responsabilidad de los católicos en la vida pública, nuevas perspectivas». El resultado de la reunión pude ser calificado de excelente de organización y contenido, y a él dedicaré las siguientes contribuciones en este blog que, al fin y al cabo, es una respuesta a la llamada de D. Juan José Asenjo.