El Papa Francisco en su viaje a América ha facilitado la escritura de innumerables páginas de periódicos, noticias de radio e imágenes de televisión. El Papa ha salido de Roma a evangelizar, a mostrarnos el camino de un mundo mejor y más justo y también un camino de vida eterna con un mensaje espiritual basado en la Palabra.
Son numerosas las aportaciones del Papa y me llevarán a escribir alguna semana más, a modo de resumen para todos los que, con alegría y esperanza, lo hemos seguido. Muchos de los mensajes que el Papa ha enviado a quien lo debe escuchar están en la Encíclica Laudato Si´ Sobre el cuidado de la casa común, que no me canso de recomendar como insustituible lectura en este momento de la humanidad y del planeta.
El Papa Francisco ha criticado en la ONU con gran contundencia a los países y organismos con privilegios recordando su responsabilidad de velar por el desarrollo de las zonas pobres del planeta. Países y organismos financieros que dictan medidas que suponen un abuso o usura en los países en vías de desarrollo, y también en los desposeídos de los países desarrollados, hoy en aumento, creando bolsas de pobreza y desigualdad gracias al lucro de algunos. Es la primera vez que un pontífice se dirige a un grupo tan amplio de gobernantes en el seno de la Asamblea General de la ONU denunciando la pobreza y la destrucción del medio ambiente.
El Papa dijo que hay que zanjar el privilegio del que gozan los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad (China, Reino Unido, Francia, Rusia y Estados Unidos) de vetar decisiones y con ello controlar el mundo. Criticó de manera especialmente dura los privilegios de los organismos financieros internacionales y los grupos o mecanismos creados para afrontar las crisis económicas, que han de velar por el desarrollo sostenible, y no permitir una sumisión asfixiante de sistemas crediticios que conducen a mayor pobreza, exclusión y dependencia. Mensajes que han suscitado muchas opiniones, algunas en contra, pero que a muchos nos hace robustecernos en nuestra Fe.
(Fotografía: Europa Press)