Hoy viernes, 3 de junio, se celebra el día del Sagrado Corazón de Jesús. En el Semanario Católico de Información Alfa y Omega, que podemos encontrar en el diario ABC cada jueves, en su portada de esta semana aparece el titular: «El Sagrado Corazón de Jesús vuelve a los hogares». Se anuncia una recuperación, al menos en un sector de los hogares católicos, de la imagen del Sagrado Corazón. En la casa de mis padres y abuelos aún figura una imagen que como recuerdo me lleva a la infancia: una imagen en forma de estampa que siempre ha estado, y sigue estando, tras un cristal, velado por el tiempo, en la entrada de la casa común. Recuerdo el mensaje que acompaña a la estampa, una imagen del Sagrado Corazón de Jesús: «Dios bendiga cada rincón de esta casa».
De acuerdo con la portada de Alfa y Omega, el mensaje podría ser más largo en algunos casos: «Bendeciré las casas en la que la imagen de mi corazón sea expuesta y honrada. Las personas que propaguen esta devoción tendrán escrito su nombre en mi corazón y jamás será borrado de él». Tener en el corazón el nombre y el mensaje de Jesús para que nunca sea borrado y tengamos fuerzas para actuar en consecuencia.
En relación con el Sagrado Corazón quiero rendir un homenaje a mi tía Enriqueta, mi madrina, con la que viví años imborrables. La recuerdo diciendo de forma continua en el transcurso de la vida diaria: «Sagrado Corazón de Jesús en Vos confío». Una jaculatoria de petición de ayuda para la vida diaria y de agradecimiento profundo.
Me alegra que el Sagrado Corazón de Jesús, como imagen y como mensaje, vuelva a los hogares de los que se fue o llegue a los que nunca lo han tenido como presencia física. Y me gustaría que se meditase por lo que significa tener cerca la esencia del Sagrado Corazón de Jesús.