Continuamos en este blog haciendo un análisis de algunas partes de la Exhortación Apostólica Postsinodal Christus Vivit que el Papa Francisco ha dedicado a los jóvenes y a todo el Pueblo de Dios. A veces se le dice a los jóvenes que son el futuro, como si el ahora no existiera. Muchos pensadores han expresado que el presente es un regalo y así hay que vivirlo. Dice el Papa a los jóvenes que la vida no es un mientras tanto. Además el Papa recuerda a los jóvenes la importancia de su compromiso social para la construcción del bien común. Para el Papa, el compromiso social es un rasgo específico de los jóvenes de hoy, y habla de jóvenes en la calle que quieren ser protagonistas del cambio. Pide el Papa a los jóvenes compromiso y a los que crean en el Evangelio de Jesús que lo vivan en su entorno y lo tramitan con la seguridad de que es un mensaje transformador de realidades injustas, de silencios no deseados, y que lo lleven a las periferias, tanto periferias sociales como a las periferias del alma. Hay muchas periferias en la ciudad que los jóvenes pueden atender, no solo las periferias que representan los barrios descartados, sino también compañeros y amigos que se hunden en las soledades de las periferias del alma y caminan por senderos confusos. Propone el Papa a los jóvenes ir más allá de los grupos de amigos y construir la amistad social, buscar el bien común. La enemistad social destruye. Y una familia se destruye por la enemistad. Un país se destruye por la enemistad. El mundo se destruye por la enemistad y la enemistad más grande es la guerra. Los jóvenes deben salir a la calle diciendo no a la guerra y a la venta de armas. Los jóvenes necesitan raíces y el modelo social debe favorecer su desarrollo. Pienso que nuestra matriz ambiental social no favorece la generación de raíces sólidas y profundas. Me produce tristeza esos anuncios de juegos on line que las televisiones prodigan cuando hay muchos jóvenes hundidos en el vicio del juego. Me da algo parecido al asco ver personajes famosos o deportistas de élite haciendo propaganda del juego en Internet. Un vicio que no favorece el bien común. No puede ser que lo primero que se vea al llegar a Sevilla por la Estación de Santa Justa sea una invitación al consumo de alcohol. Los jóvenes necesitan raíces y la sociedad debe facilitar su desarrollo. Decía el Papa Francisco en el año 2019 en el Discurso en la Vigilia con los jóvenes en la XXXIV Jornada Mundial de la Juventud en Panamá es imposible que alguien crezca si no tiene raíces fuertes que ayuden a estar bien sostenido y agarrado a la tierra. El Papa pide que no se manipule a la juventud y que no se use la vida de los jóvenes para fomentar una vida superficial, que confunde la belleza con la apariencia, que no se los convierta en esclavos. Al hablar de la importancia de las raíces el Papa habla del modelo actual de globalización, y manifiesta que la globalización conlleva auténticas formas de colonización cultural que desarraigan a los jóvenes de la pertenencia a realidades culturales y religiosas de las que provienen. El Papa Francisco denuncia la tendencia actual a homogeneizar a los jóvenes. También nos habla de la fructífera relación entre jóvenes y personas mayores. Para ello las ciudades deben tener espacios de encuentro intergeneracional, e intercultural, alejados de esos espacios wifi que generan aislamiento. Los jóvenes necesitan raíces. Y dice el Papa Francisco que las raíces no son anclas que nos atan a otras épocas y nos impiden encarnarnos en el mundo actual para hacer nacer algo nuevo. Son por el contrario un punto de arraigo que nos permite desarrollarnos y responder a los nuevos desafíos.