Nuestro Arzobispo, D. Juan José Asenjo Pelegrina ha sido nombrado Hijo Adoptivo de Sevilla por el Ayuntamiento de la ciudad. Creo que es una gran alegría para todos los católicos esta decisión municipal y también creo que para toda la ciudadanía que, independientemente de su credo, creencias y modos de vida, se ha beneficiado de la actividad de Don Juan José Asenjo, tanto a nivel pastoral como a nivel humano.
Enlazo con la frase anterior destacando la idea de la inmensa humanidad de nuestro Arzobispo, que, como él mismo dice, presta el servicio de un pastor de la Iglesia. Todo un ejemplo evangélico, el Buen Pastor que vela por sus ovejas. Pero ¿quiénes son las ovejas de nuestro pastor? Considero que la ciudadanía de Sevilla. Si alguien que no lo haya hecho se toma la molestia de leer las Directrices Pastorales que ha inspirado nuestro Arzobispo encontrará un documento lleno de doctrina social de la Iglesia, además de trascendencia como hito religioso católico. En las Directrices Pastorales, Don Juan José habla de ciudad y también de ecología.
Un comentario sobre sus homilías. Por supuesto no las he escuchado todas, pero si he tenido ocasión de escuchar muchas. Espacios de comunicación llenos del Buen Evangelio de Jesús, como dice el Papa Francisco. Homilías profundas, pero expresadas de forma sencilla, palabras evangélicas que llegan al corazón incluso de algunos más alejados. Nuestro Arzobispo ha acercado a muchas personas a la Iglesia.
Don Juan José Asenjo ha sido un gran divulgador del mensaje ecológico y social del Papa Francisco, tan necesario ante el disparate que vive el mundo. Como ecólogo católico he admirado la dedicación constante de nuestro nuevo Hijo Adoptivo de Sevilla en profundizar en el mensaje del Papa Francisco y hacerlo llegar a muchas personas.
Su dedicación, generosa e incansable, a la ciudad de Sevilla durante el Estado de Alarma fue encomiable. En el acto de entrega de esta importante distinción de mano del Alcalde de Sevilla D. Juan Espadas, dijo D. Juan José, el mejor servicio que he prestado es el de anunciar a Jesucristo. Para todos los que hemos conocido al Arzobispo de Sevilla el hecho ha sido de una importancia excepcional, nos ha enseñado mucho y nos ha acogido en su corazón evangélico.
Desear finalmente que los tiempos que vienen sean buenos y gratos para D, Juan José y que la vida y el Espíritu Santo lo lleven a donde se más necesario. Pero muchos deseamos que si es compatible con sus deseos se quede cerca de un pueblo que le quiere de verdad. Enhorabuena querido Arzobispo por esta distinción merecida, Hijo Adoptivo, que le otorga la ciudad de Sevilla.