El pasado 4 de febrero se ha celebrado en el Arzobispado, presidido por el Arzobispo de Sevilla Monseñor Asenjo Pelegrina, y organizado por la Delegación Diocesana de Apostolado Seglar, el Encuentro de Pensamiento Cristiano “La Fraternidad Humana, un diálogo abierto”. Se cumple un año del viaje apostólico del Papa Francisco a los Emiratos Árabes Unidos. En dicha visita el Papa firmó con el Gran Imán Ahamad al-Tayyed el documento “La fraternidad humana por la paz mundial y la convivencia común” donde se resalta una idea esencial: la Fe lleva al creyente a ver en el otro a un hermano que debe sostener y amar. El otro es nuestro prójimo y es nuestro hermano, y por ello debemos mirar con la mirada del otro en cualquier situación para comprender sus razones y poder alcanzar ese estado de unidad fraternal que conduce a sostenerlo y amarlo.
A su vuelta a Roma, tras firmar el documento hace ahora un año, el Papa Francisco manifestó que “el documento fue preparado con mucha reflexión y también orando. Tanto el gran Imán con su equipo como y con el mío hemos rezado para lograr este documento. Porque para mí solo hay un gran peligro en este momento: la destrucción, la guerra, el odio entre nosotros”. Dos cuestiones en esta frase, por un lado, la puesta en evidencia de lo que hoy es un gran peligro para la humanidad; por otro, el poder de la oración.
Quizás rezamos poco. Recuerdo que mi padre, un gran católico, me dijo cuando era un niño: “Reza siempre que puedas un padrenuestro y un avemaría, por los dones que recibes y por el sufrimiento y carencias de los demás”. Os confieso, queridos lectores, que lo sigo haciendo. Creo en el poder de la oración e invito a ello a quienes no lo hagan frecuentemente. En el documento citado se dice que: “Por la fe en Dios, que ha creado el universo, las criaturas y todos los seres humanos iguales por su misericordia, el creyente está llamado a expresar esta fraternidad humana, protegiendo la creación y todo el universo y ayudando a todas las personas, especialmente los más necesitados y pobres”. Meditemos la frase, guardémosla en el corazón y pasemos a la acción a la que invita.
La importancia del documento genera que haya sido el tema del Encuentro de Pensamiento Cristiano celebrado, donde actuó como ponente Doña Tíscar Espigares, ecóloga católica, responsable en España de la Comunidad de Sant´ Egidio. En su intensa ponencia, llena de amor y fraternidad, recordó entre unos y otros tenemos tres caminos: la guerra, el aislamiento y el diálogo, y nos recordó la importancia del arte del diálogo que nos lleva a acercarnos, encontrarnos y descubrir lo que hay de común con el otro. La relación entre religiones es hoy fundamental, un gran encuentro, un diálogo que en siglos anteriores ha sido combatido o ignorado, de acuerdo con la ponente. Destacó Tíscar dos acontecimientos que inducen un giro en las relaciones entre las religiones: el Concilio Vaticano II y el encuentro de Asís que hizo el Papa Juan Pablo II en 1986. La pregunta es ¿ha cambiado el mundo desde 1986? Posiblemente a peor: guerras, migraciones, una globalización que genera cada vez más diferencias, cada vez más diferencias entre ricos y pobres, venta de armas generalizada, una economía que mata, todas las criaturas del planeta, la Creación de Dios, en peligro; muros y más muros. Se hace necesaria un Arca de la Fraternidad, como el arca que según las Sagradas Escrituras salvo la vida del planeta, una nueva arca que salve la fraternidad del planeta. Hacen falta, nos manifestó Tíscar, muchos Noé. Finalizó la disertación con la explicación de los corredores humanitarios y los visados humanitarios un camino de la Unión Europea para acoger a los migrantes tan necesitados de nuestra fraternidad, nuestro amor y nuestro sostén. El encuentro La fraternidad humana por la paz mundial y la convivencia común tiene mucho contenido y le vamos a dedicar más tiempo en este blog.