De julio a septiembre, y especialmente en agosto, en pleno verano, entre calores y sonido a chicharras en los campos y ciudades de Andalucía, bajo una luz infinita, es un tiempo donde la presencia de María en la calle se hace muy patente en cada rincón de nuestra geografía.
En Sevilla, la Virgen de los Reyes, en Huelva, la Virgen de la Cinta y en Punta Umbría la Virgen del Carmen, por poner tres ejemplos de las infinitas manifestaciones de amor a la Virgen de nuestra Andalucía. Andalucía en la calle en una generalizada manifestación de Fe, Esperanza y Amor.
Gente en la calle, de todas las edades en una oración común. Una oración que acoge a todas las necesidades tanto personales, como familiares, sociales o planetarias. El mundo necesita mucho Amor, mucha Fe y mucha Esperanza. La figura de María, en este verano de calor nos debe inspirar. Y así, todos unidos, con la mirada en María y su Hijo Niño, nos debemos unir en una oración colectiva por nuestras propias necesidades y anhelos, por nuestras familias, por una sociedad que necesita soluciones, como nos insiste el papa Francisco en cada uno de sus documentos, por España y su futuro, y también por un planeta necesitado de paz e igualdad, donde la Misericordia debería ser la energía que nos moviera.