La Carta Encíclica Laudato Si´ Sobre el cuidado de la casa común constituye una brillante aportación, posiblemente la más progresista hecha nunca por un dirigente de influencia mundial, por el bien del planeta y sus habitantes, especialmente por los más desfavorecidos. El papa Francisco es el líder de una parte importante de la humanidad, los católicos, alrededor de 1.200 millones; una de cada seis personas ha sido bautizada en la fe católica.
El papa Francisco nos habla del encuentro de las religiones, la unión de todos los seres humanos con una visión trascendente para culminar un proceso de evolución social colectiva impregnado de paz y esperanza para todos en un presente y un futuro común, ante una Creación no culminada y de que somos responsables.
Ocurren ahora en el mundo cosas terribles. Los atentados con muertes de inocentes nos horrorizan, no parecen parte de un ser humano evolucionado con conocimiento y conciencia de sí mismo. Pero tampoco forman parte los bombardeos y la destrucción de ciudades, con numerosas muertes de inocentes. Es decir, la violencia generalizada que impera.
El papa Francisco, verdadero líder de la paz mundial y la equidad social, nos dice que no estamos ante una guerra de religiones, sino ante una guerra con razones económicas. Sin embargo hay quien quiere ver la situación como un conflicto entre religiones.
El conflicto actual relacionado con el denominado burkini, una prenda de baño utilizada por mujeres musulmanas, no debería ocurrir. No parece que haya razones de seguridad, ya que los rostros están descubiertos, que justifiquen su prohibición, y, sin embargo, puede constituir sin necesidad un punto de fricción entre partes que necesitan diálogo y encuentro para la paz. Hay que respetar las creencias de otros y establecer un camino de diálogo. España no debería caer en la trampa de la confusión.
Acompaña este post una imagen de buganvilla, con su flor y bracteas blancas y sus hojas verdes. El verde y el blanco son colores de paz y esperanza para todas las religiones, símbolos comunes que no debemos olvidar.