SAN FRANCISCO DE ASÍS, memoria obligatoria (B)

Lectura del santo Evangelio según san Lucas (10, 13-16)

¡Ay de ti, Corozaín; ay de ti, Betsaida! Pues si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que, en vosotras, hace tiempo que se habrían convertido, vestidos de sayal y sentados en la ceniza. Por eso el juicio les será más llevadero a Tiro y a Sidón que a vosotras. Y tú, Cafarnaún, ¿te vas a encumbrar hasta el cielo? ¡Te precipitarás en el infierno! Quien a vosotros escucha, a mí me escucha; quien a vosotros rechaza, a mí me rechaza; y quien me rechaza a mí, rechaza al que me ha enviado».

Quien me rechaza a mí, rechaza al que me ha enviado

Comentario

A renglón seguido del envío misionero de los 72, Jesús lanza una invectiva contra las ciudades del lago de Galilea donde había centrado en los primeros momentos su predicación. Son palabras gruesas contra esos galileos que han desperdiciado la primicia que constituye Jesús y su Palabra. Al introducir en la comparación a Tiro y Sidón, dos ciudades cananeas en la costa mediterránea, el Señor está haciendo entender que el mensaje que él mismo ha traído a la tierra algún día desbordará los límites del pueblo elegido y alcanzará a los gentiles y aun estos tendrán disculpa en el juicio final más que quienes han cometido el pecado más infame de todos: escuchar la Palabra de Dios y rechazarla conscientemente por una cuestión de soberbia, hoy hablaríamos de superioridad moral, que el Señor rechaza sin ambages. 

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