Lectura del santo Evangelio según Mateo (7, 7-11)
Pedid y se os dará, buscad y encontraréis, llamad y se os abrirá; porque todo el que pide recibe, quien busca encuentra y al que llama se le abre. Si a alguno de vosotros le pide su hijo pan, ¿le dará una piedra?; y si le pide pescado, ¿le dará una serpiente? Pues si vosotros, aun siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará cosas buenas a los que le piden!
Comentario
Todo el que pide recibe
La liturgia marca para hoy, 5 de octubre, el día de las témporas de acción de gracias y petición con que la Conferencia Episcopal Española resumió las antiguas cuatro témporas, cada una en una estación del año. Se trata de un tiempo -en realidad, una jornada- de recapitulación. Antiguamente, se celebraban al final del verano con los trabajos agrícolas concluidos para dar gracias por el fruto de la tierra y para impetrar la lluvia que hiciera fecunda la sementera de las próximas semanas. Hoy, ese uso ligado al ciclo agrícola está olvidado y es más bien el inicio del curso (pastoral, académico, universitario) lo que marca esta témpora en la que se detiene la liturgia. Por eso se nos propone el Evangelio de Mateo referido a la petición incesante al Padre como dueño y señor de toda la Creación. Ese es un bonito resumen de esta fiesta: todo lo creado es obra de Dios y a su mano providente lo debemos todo, ya sean las cosechas de los campos como el fruto intelectual de los estudios o el profesional de los trabajos cotidianos.