Lectura del santo Evangelio según Marcos (6, 53-56)
Terminada la travesía, llegaron a Genesaret y atracaron. Apenas desembarcados, lo reconocieron y se pusieron a recorrer toda la comarca; cuando se enteraba la gente dónde estaba Jesús, le llevaba los enfermos en camillas. En los pueblos, ciudades o aldeas donde llegaba colocaban a los enfermos en la plaza y le rogaban que les dejase tocar al menos la orla de su manto; y los que la tocaban se curaban.
Comentario
Los que la tocaban se curaban
Jesús en medio del pueblo de Israel como había profetizado Isaías. El Nazareno se convierte en un nuevo templo donde encontrar a Dios, ya no hace falta santuario alguno donde guardar el Arca de la Alianza como nos propone la primera lectura porque el propio Cristo es el Arca de la Nueva Alianza: él, su persona física que tocaban entonces cuantos se acercaban en pos de sanación y su cuerpo real y verdaderamente contenido en las especies eucarísticas ahora para cuantos se acercan al alta en pos de salvación. Así llega a cumplimiento todo lo prometido en el Antiguo Testamento. La sed de curación sigue siendo la misma entonces y ahora. Es Jesús quien la obra.