Viernes de la 24ª semana del Tiempo Ordinario (B)

Lectura del santo Evangelio según Lucas (8, 1-3)

Después de esto iba él caminando de ciudad en ciudad y de pueblo en pueblo, proclamando y anunciando la Buena Noticia del reino de Dios, acompañado por los Doce, y por algunas mujeres, que habían sido curadas de espíritus malos y de enfermedades: María la Magdalena, de la que habían salido siete demonios; Juana, mujer de Cusa, un administrador de Herodes; Susana y otras muchas que les servían con sus bienes.

Comentario

Proclamando y anunciando la Buena Noticia

Lucas quiere que detengamos nuestra atención en el grupo de mujeres que servían con sus bienes a Jesús. Es la fuente de la que mana la diaconía, entendida como servicio a los hermanos dentro de la Iglesia. El evangelista esboza una pequeña comunidad ambulante, que va de sitio en sitio predicando y anunciando la Buena Noticia del reino de Dios. Y en esa pequeña comunidad tienen un papel destacado algunas mujeres: de hecho, la Magdalena será la primera persona que verá al Resucitado y que correrá -literalmente- a anunciarlo al resto de discípulos. Visto con los ojos de nuestro tiempo, nos puede parecer escasa la presencia femenina en este relato evangélico, apenas un versículo; sin embargo, aquellas mujeres seguidoras de Cristo que le ayudaban con todo cuanto tenían (comunidad de bienes, como San Pablo exhorta a Timoteo en la primera lectura de este viernes) rompían con muchos tabúes farisaicos: a la fuerza tenían que ser percibidas como una novedad escandalosa, otra más, que convierte a Jesús en un trasgresor de normas establecidas que nadie se atrevía a superar.

Post relacionados