Lectura del santo Evangelio según san Lucas (6, 36-38)
«Sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso; no juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados; dad, y se os dará: os verterán una medida generosa, colmada, remecida, rebosante, pues con la medida con que midiereis se os medirá a vosotros».
Perdonad, y seréis perdonados
La misericordia de Dios es la medida de todas las cosas. El evangelista conmina a sus destinatarios a actuar con la misma misericordia con que Dios actúa; es el camino de perfección que exploraba Mateo pero visto desde otro ángulo. Desde esa cara de la misericordia, Lucas presenta un ‘crescendo’ que pasa por el juicio, la condena, el perdón y la entrega. La misericordia tiene su propia lógica que invita a dejar atrás los planteamientos humanos para adoptar la mirada de Dios.