Lectura del santo evangelio según san Mateo (13,18-23):
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Vosotros oíd lo que significa la parábola del sembrador: Si uno escucha la palabra del reino sin entenderla, viene el Maligno y roba lo sembrado en su corazón. Esto significa lo sembrado al borde del camino. Lo sembrado en terreno pedregoso significa el que la escucha y la acepta en seguida con alegría; pero no tiene raíces, es inconstante, y, en cuanto viene una dificultad o persecución por la palabra, sucumbe. Lo sembrado entre zarzas significa el que escucha la palabra; pero los afanes de la vida y la seducción de las riquezas la ahogan y se queda estéril. Lo sembrado en tierra buena significa el que escucha la palabra y la entiende; ése dará fruto y producirá ciento o sesenta o treinta por uno.»
Comentario
El que escucha la palabra
La liturgia -salvada la solemnidad del día de Santiago apóstol- retoma la parábola del sembrador según san Mateo para ofrecernos, por si quedaba alguna duda, la explicación por boca del mismo Jesús. Es de admirar la pervivencia de esas palabras dos mil años después de que nuestro Señor las pronunciase. Porque retrata a la perfección otros tantos estadíos de la vida espiritual. Repasa la lectura y verás. Pero todavía tiene más capacidad de perspicacia a la hora de expresar el combate permanente en el corazón del hombre que escucha el Evangelio entre lo que Jesús le propone y lo que la vida ordinaria le dispone. Dice la traducción de la Biblia que estamos manejando: «los afanes de la vida» ahogan la disposición que tenemos de poner por obra lo que la Palabra nos demanda. Cada uno puede buscar en su diccionario cotidiano la traducción que mejor se adapte: la familia, los niños, el horario, la hipoteca, el jefe que no me escucha, los compañeros que no me hablan, la enfermedad de mi madre, aquella discusión con la suegra… Hay tantas zarzas que ahogan el mensaje evangélico hasta hacer que esa plantita caída en tierra buena se acabe mustiando… Mira en tu interior, seguro que descubres lo que está ahora mismo ahogando el seguimiento de Cristo que tú quisieras tener después de escuchar su palabra.