Lectura del santo evangelio según san Mateo (5,13-16):
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salarán? No sirve más que para tirarla fuera y que la pise la gente. Vosotros sois la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad puesta en lo alto de un monte. Tampoco se enciende una lámpara para meterla debajo del celemín, sino para ponerla en el candelero y que alumbre a todos los de casa. Alumbre así vuestra luz a los hombres, para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que está en el cielo.»
Comentario
Vosotros sois la luz del mundo
La Iglesia de Sevilla celebra hoy la fiesta de San Isidoro, padre y doctor de la Iglesia además de obispo de la archidiócesis presente en el mismo escudo de la ciudad junto al Santo Rey Fernando y San Leandro, hermano del autor de las «Etimologías». Nada más que por esa compilación de todo el saber antiguo podemos considerarlo sabio. Pero no sabio para el mundo, sino sabio a los ojos de Dios. San Isidoro es lumbrera que guía el camino de nuestra Iglesia particular como aclamamos en el salmo del día: «Lámpara es tu palabra para mis pasos, luz en mi sendero». La sabiduría de la que habla el evangelista no es mundana, sino que viene de Dios. San Pablo se lo recuerda a los corintios y a todos nosotros por minúscula que haya sido nuestra intervención ante alguna asamblea para testimoniar a Cristo: «Me presenté a vosotros débil y temblando de miedo». Como tiembla, titubeante, la llamita en el cabo de vela al que podemos asimilar la Palabra. Pero, a pesar de todo, alumbra. ¡Vaya que si alumbra!