Una devoción invocada contra la peste y los enemigos de la religión.
Festividad: 20 de enero.
San Sebastián fue soldado del ejército romano que siempre se mantuvo fiel a la fe en Cristo. Debido a ello murió martirizado atado a un árbol y lanzándose sobre Él numerosas flechas. Su cuerpo sin vida fue recogido por los fieles cristianos y sepultado en un cementerio subterráneo de la Vía Apia romana, que hoy lleva el nombre de Catacumba de San Sebastián.
La gran devoción a San Sebastián surge en la Edad Media al ser el santo invocado contra la peste. En muchos pueblos de nuestra provincia existieron ermitas consagradas a San Sebastián, el cual fue proclamado por los ayuntamientos patrón de muchas localidades. Como muestra de la gran devoción que hubo, aún en nuestros días, son numerosas las localidades de nuestra diócesis que tienen por patrón a San Sebastián como Lora del Río, Brenes, Cantillana, Villaverde del Río, Los Molares, Fuentes de Andalucía, Marchena, Puebla del Río, Albaida del Aljarafe, Benacazón, Brenes, Cantillana, Dos Hermanas, Guillena, Los Palacios y Villafranca, Salteras, Tomares o Camas, entre otros.
En Sevilla, se erige en el barrio del Porvenir la Iglesia de San Sebastián, construida sobre los restos de una antigua ermita donde en sus inmediaciones fueron sepultados en la Edad Media muchos fallecidos víctimas de la epidemia de la peste.
Debido a la gran devoción que a lo largo de siglos ha profesado ha sido uno de los santos más representados artísticamente, tanto en pintura como en escultura.