El sentido común frente a la pasión
El año 1995 produjo una gran cosecha para los amantes del cine, y prueba de ello fue la coincidencia en cartelera de títulos tan relevantes como “Braveheart”, “Apolo XIII” “Toy Story” o “Pena de muerte”. Sin embargo, la película que triunfó en todos los ámbitos, tanto en la taquilla como en la temporada de premios, fue la británica “Sentido y sensibilidad”, dirigida por el realizador asiático Ang Lee.
Basada en la famosa novela de Jane Austen, la historia transcurre en la Inglaterra del siglo XIX. Al morir su padre, dos hermanas diametralmente distintas deben abandonar su hogar, al pasar la casa a manos de su hermanastro, hijo del primer matrimonio de su padre. Obligadas por esta circunstancia, ambas deciden mudarse al campo junto a su madre y la hermana menor, donde vivirán una serie de acontecimientos y conocerán a unos personajes que cambiarán sus vidas para siempre.
Como se ha comentado más arriba, la cinta cerró una carrera casi perfecta en cuanto a premios, ganando el Bafta británico y el Globo de Oro en las categorías a Mejor Película (“Braveheart” y Mel Gibson le arrebataron el Oscar). También fue el filme que le dio a Emma Thompson su segundo Oscar, consolidó a Hugh Grant como una estrella en Hollywood y situó a Kate Winslet en el selecto panorama interpretativo, antes de conseguir fama mundial por “Titanic”. 
Además de sus evidentes virtudes y logros cinematográficos, la película, al igual que la novela, es rica a la hora de describir a los protagonistas y en su modo de tratar temas de entidad, como es la relación entre las dos hermanas interpretadas por Thompson y Winslet. La primera es pura sensatez y sentido común, mientras que la otra se deja llevar siempre por la pasión, el corazón y la sensibilidad. Pese a sus diferencias a la hora de tomar decisiones vitales, y por mucho que puedan discutir, siempre les une el amor y el cariño que sienten la una por la otra. La familia es un pilar muy importante en sus convicciones, un lugar al que siempre pueden acudir en los momentos más difíciles.
“Sentido y sensibilidad” funciona también como retrato de la complicada situación que vivían las mujeres en el siglo XIX en el país británico, cuyo futuro y porvenir dependían exclusivamente de poder encontrar a un 
marido. Las protagonistas de esta historia luchan contra los convencionalismos de la sociedad de la época, para conseguir tener voz propia y estar con quien realmente aman.
Una película deliciosa en lo técnico y en lo artístico, que merece ser revisitada en su 25º aniversario.
Juan Carlos Deán Del Junco
