Teresa, una vida para Dios y por Dios
El alma de la sociedad es (o debería ser) el espíritu de servicio. Algo que se está evidenciando enormemente estos días de confinamiento terapéutico: miles de mujeres y hombres al lado de los enfermos; dispensadores de alimentos y medicinas; agentes del orden; padres y madres de familia al cuidado de los suyos… y tantos otros. Héroes anónimos vencedores del miedo y la ansiedad.
El alma de la Iglesia es también el espíritu de servicio. Muy bien lo han entendido los santos, que siempre añadieron al noble propósito de la atención del prójimo un motivo sobrenatural: la tercera dimensión, esa que permite obtener de Dios “la altura, y, con ella, el relieve, el peso y el volumen” (San Josemaría Escrivá, Camino 279). Muy bien lo entendió Santa Teresa de Calcuta, como queda reflejado en una miniserie italiana dirigida por Fabrizio Costa y cuyo visionado recomendamos.
Producida por LUX VIDE, “Teresa de Calcuta” se emitió el año 2003 en la televisión italiana en dos capítulos, cada uno de hora y media de duración. Tres años más tarde se estrenó en cines una versión recortada de dos horas, que es la que se comercializó en España en DVD.
De sangre, soy albanesa. De ciudadanía, india. En lo referente a la fe, soy una monja católica. Por mi vocación, pertenezco al mundo. En lo que se refiere a mi corazón, pertenezco totalmente al Corazón de Jesús. Así se presentaba a sí misma la Madre Teresa. Y de alguna manera la película intenta reflejar esa rica, armónica y luminosa personalidad de la Santa, nacida en 1910, Premio Nobel de la Paz en 1979, fallecida en Calcuta en 1997 y beatificada por San Juan Pablo II en Roma en 2003.
Olivia Hussey, la actriz que interpretó a la Virgen en “Jesús de Nazaret” (Zefirelli, 1977), compone a una creíble Teresa de Calcuta, serena, sufridora, humilde y a la vez firme. Una mujer muy humana con un potente motor sobrenatural: el de su profundo amor a Dios y a los demás. No estamos aquí por lo que hacemos, sino por Jesús. Somos, sobre todo, religiosas, no asistentes sociales, ni maestras, ni enfermeras o doctoras. Somos monjas. Servimos a Jesús en los pobres. Todo lo que hacemos, nuestra oración, nuestro trabajo, nuestro sufrimiento, es por Jesús, declaró en una entrevista. Junto a Hussey, una actriz española, Ingrid Rubio, en el papel de Sor Agnese.
Este singular e histórico momento puede ser una buena ocasión para ver esta cinta, digno homenaje cinematográfico a Santa Teresa de Calcuta y a la extraordinaria labor que las Misioneras de la Caridad realizan en más de 130 países.
Juan Jesús de Cózar