Lourdes y Manuel están casados. Asistieron en mayo a un retiro organizado por el Proyecto Amor Conyugal en coordinación con el Cof Diocesano del Aljarafe. Este proyecto ofrece a los matrimonios un itinerario de crecimiento espiritual basado en las catequesis del amor humano de San Juan Pablo II . Las parejas que acuden a estos retiros descubren la belleza del matrimonio y qué pasos ir dando para vivir el misterio al que Dios llama a los esposos. Este es su testimonio.
Hemos querido dejar pasar un tiempo antes de plasmar por escrito la experiencia vivida en el retiro. Hay que ordenar emociones, experiencias, mensajes recibidos y dejarlos madurar, pero dado que nos piden hacerlo ahora, a ello vamos. Nosotros tendremos la gran suerte de poder ir asimilando y madurando todo lo recibido en los años venideros, pues desde el momento en que nos mostraron la posibilidad de seguir las catequesis de San Juan Pablo II sobre el matrimonio, basadas en el libro del Génesis, vimos una luz brillantísima que nos mostraba no solo el camino a seguir para dar plenitud al matrimonio, sino el del que partimos, desde el origen, al contraer matrimonio y del que en tantos momentos por ignorancia, inmadurez e infinidad de ruidos interiores y exteriores hemos dejado para tomar otros equivocados.
«Este proyecto es una gracia»
Nosotros formamos parte del Cof del Aljarafe y nuestro sentir podría estar viciado por ser parte implicada. Sin embargo, el hecho de serlo y estar llamados a servir a Dios en su proyecto para el matrimonio y la familia nos ha hecho tener una mirada muy fina, muy delicada y responsable, pues sabemos lo que Dios ha encomendado a estos siervos inútiles que somos.
El hecho de descubrir las catequesis nos animó a hacer el retiro (y ahora hablamos como matrimonio sin más funciones que la de ser esposos), pero intuíamos que se saldría de lo que en otras ocasiones se nos había ofrecido y por ello teníamos un punto de reparo, no en los contenidos pero sí en sus dinámicas, pues somos algo clásicos y dados a distanciarnos de algunos estilos más novedosos ¡Cuán equivocados estábamos con ese prejuicio!
«El matrimonio es un proyecto de amor de Dios»
Nuestros hijos, que nos han permitido reconocernos mediadores de Dios y por los que ya, siendo ellos mayores, seguimos rezando y custodiando con la distancia a la que estamos llamados, han estado muy presentes en estos días.¡Cuánto nos hemos acordado de ellos!, y no por no haber estado completamente inmersos en nuestro matrimonio durante el mismo, sino porque queremos que estos jóvenes que viven en un mundo hostil no se pierdan esta maravilla a la que Dios llama y que con nuestro testimonio, muchas veces acertado pero tantas y tantas equivocado, no conozcan la plenitud a la que están llamados y el proyecto de amor que Dios tiene para ellos en sus vidas si están llamados al matrimonio.
La experiencia de la Cruz en la vida conyugal está tan bellamente expuesta que dan ganas de abrazarla. ¿Quién te dice esto así hoy? ¿Cómo pueden habernos hecho pedirnos perdón y perdonarnos con tanta sencillez y facilidad si no hubiera sido por la fuerza que tienen unos argumentos tan bien transmitidos y sin duda muy rezados?, ¿cómo nos han facilitado tanto descubrir el camino de la perdición y de la salvación, ser conscientes de cómo nos envuelve el mal espíritu para poder apartarlo, y los recursos a los que acogernos si no hubiera sido por la pedagogía con que lo han reflejado? Entender lo que Dios pensó para unirnos en el sopor que recoge el Génesis es magistral. La generosidad de sus testimonios y los momentos en que teníamos que mirarnos como matrimonio han permitido de una manera clara pero respetuosa que cada uno sepa en qué momento se encuentra para comenzar a caminar desde lo concreto, dando herramientas para ello.
Entender y acoger el Amor
La presencia de nuestra Madre ha sido brutal. La fuerza del Espíritu Santo, enorme, pues sabía que podía entrar en nuestro corazón abierto a Él como una sola carne. Decirnos todo esto y mucho más, con tanta sencillez, supone entender y acoger el Amor. Matrimonios que iban con sus mochilas más o menos cargadas de frustraciones, corazones endurecidos de años creando una coraza que los protegiera del dolor que en parte uno mismo y el otro se habían causado, han manifestado abiertamente que el Espíritu de Dios ha entrado para tocarles durante este retiro y están llamados con Su fuerza a reconstruirse con mucha paz y esperanza. Para nosotros han sido momentos que han fortalecido nuestra fe y la absoluta certeza de que es Nuestra Madre la que custodia y abraza este proyecto y a los que a él acudimos.
«Estamos llamados a servir y acompañar»
Como miembros de un COF, creemos que este retiro es un instrumento para ablandar el corazón, permitiendo que desde estos Centros podamos acompañar estas situaciones, pues después de estos días muchos seguirán avanzando por los caminos que tuvieran, otros iniciarán las catequesis, ¿pero quién acompaña a los que salen de ahí revueltos interiormente pero con tanto por reconstruir? A ellos estamos llamados a servir y acompañar. Añadimos que hemos visto a una Iglesia unida y en comunión, pues hemos participado de la riqueza que los matrimonios de movimientos como el Opus Dei, Regnium Christi, Focolares, Equipos de Nuestra Señora, Cursillos de Cristiandad y alguno que se nos ha podido escapar y han aportado su mirada en los escasos momentos de encuentro que hemos podido tener. Gloria a Dios por este proyecto.