La Pascua de Resurrección y el mes de mayo abren el tiempo de las hermandades de Gloria en honor a la Santísima Virgen. Una de las más singulares es la de Nuestra Señora de la Antigua y San Antonio de Padua, que radica en la iglesia del Divino Salvador, y se dedica de un modo especial a la ayuda de los conventos de clausura.
El hermano mayor, Manuel García Preciados, señala que el origen de esta hermandad data de la posguerra, concretamente en 1946, para socorrer a las religiosas, “ya que eran años duros y mucho más detrás de las paredes de un convento”. Durante este tiempo “ha vivido algunos altibajos, pero quizás el no tener ningún culto externo y poseer una idiosincrasia tan particular ha hecho que podamos superar las dificultades y seguir con nuestra misión”.
Aunque la hermandad cuenta con pocos recursos y unos 100 hermanos, el hermano mayor destaca que “no tenemos mayor aspiración que el servicio a las religiosas de vida consagrada”, añadiendo que “nos movilizamos cuando nos enteramos de que alguna comunidad sufre alguna penalidad, pues lo importante es que llegue la ayuda”.
Los Víacrucis cuaresmales que celebran desde 2008 en distintos monasterios de nuestra ciudad supusieron un revulsivo, ya que la notable asistencia de fieles que registran aportan un impulso importante para la hermandad y para los conventos, y “han puesto en valor y divulgado el valioso patrimonio cultural que tienen y que tan poco se conoce, aunque lo más importante es mostrar al que se acerca la vida consagrada, su espiritualidad y sencillez”.
En las reglas aprobadas recientemente se recogen los Víacrucis cuaresmales y un vía lucís en Pascua, los sufragios por las monjas y hermanos fallecidos, y la festividad de San Antonio de Padua. Y también realizan otras actividades, como conferencias y algún concierto de música, “siempre encaminadas a difundir la gran valía cultural y religiosa de los conventos”.
Sobre la situación de las congregaciones, Manuel García resalta que la principal necesidad que tienen son las vocaciones. “Las ayudas que demandan son casi siempre las mismas: ¡vocaciones! nos exclaman las hermanas, aunque también es importante la colaboración económica”. La falta de vocaciones “es un problema que puede acabar con la vida de una comunidad. Un convento sin religiosas es un espacio perdido”.
La principal prioridad de la actual junta de gobierno es “continuar ayudando a los monasterios así como dar a conocer su riqueza espiritual y artístico-patrimonial”, gracias a iniciativas como “Endulza tu papeleta”, que consiste en la venta de dulces conventuales durante el reparto de papeletas de sitio en las cofradías de penitencia.
Ante la situación provocada por el coronavirus, el hermano mayor ha estado en contacto telefónico con las congregaciones, para conocer sus necesidades. La hermandad les ha proporcionado lotes de fruta y verduras, así como les facilita la recogida de víveres del Banco de Alimentos. Y también “hemos coordinado la acción social de las hermandades de gloria para hacer mascarillas y les hemos suministrado de forma conjunta cinco máquinas de coser para que los conventos las puedan realizar”.
Respecto al futuro de las hermandades de gloria pequeñas como ésta se muestra optimista: “no sé si somos la más pequeña de las hermandades, pero, seguramente, somos a la que nos dedican más oraciones”.
Isidro González
Hermandad de Nuestra Señora de la Antigua
Iglesia del Divino Salvador
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Teléfonos: 626 998 791 – 607 31 73 88
E-mail: secretaria@hdadantiguasevilla.com
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