Iniciamos estos reportajes que nos acercarán cada mes a la labor formativa, espiritual y caritativa de las Hermandades de nuestra Archidiócesis, conociendo la actuación en este campo de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder, uno de los principales faros devocionales de la religiosidad sevillana. Y lo hacemos por su actividad más destacada que desarrolla en este campo como es la Cátedra de Formación “Marcelo Spínola”, de la mano del Diputado de Formación y Juventud, Pedro Ruiz-Berdejo Ferrari.
Ruiz-Berdejo, abogado de profesión, cristiano comprometido y con experiencia en otros movimientos y ámbitos eclesiales, nos refiere que la Cátedra nació con gran ilusión, siguiendo el ejemplo de la Bolsa de Caridad, -que tiene vida propia dentro de la hermandad, dirigida por el Diputado de Obras Asistenciales, pero con un grupo de hermanos que la llevan e impulsan su funcionamiento-, “intentando que para la Formación fuera igual, no algo puntual, sino un proyecto duradero, a largo plazo, y que al lado de la Junta de Gobierno siempre haya un grupo de hermanos pensando y programando lo que es la Formación en la Hermandad”.
Esta es la idea básica de la Cátedra de Formación “Marcelo Spínola”, de la que su responsable y dinamizador es la Junta de Gobierno a través del Diputado de Formación, “pero que luego hay un grupo de hermanos preocupados e implicados en este campo”; precisando que “la Cátedra no es el final de un proceso, sino un lugar en la Hermandad donde van llegando hermanos con inquietudes en el campo de la formación y la vida cristiana, porque nuestro proyecto de Formación es un proyecto global, que abarca a toda la Hermandad, empezando desde los niños”.
Desgranando las actividades de Formación en el Gran Poder, Ruiz-Berdejo afirma: “tenemos varias líneas de actuación. Una línea, clarísima, es seguir la actualidad de la Iglesia, qué nos propone la Iglesia en cada momento”. Señala que ahora están tratando la reciente exhortación apostólica “Gaudete et exsultate” del Papa Francisco sobre la santidad, “un documento preciosísimo”, e igualmente se hizo cuando se celebró el Año de la Misericordia, “porque una Hermandad no puede estar al margen de lo que está viviendo la Iglesia, de los retos que nos propone, de los mensajes del Papa y de nuestros obispos”.
Sobre las demás líneas de trabajo que lleva a cabo esta Diputación, añadió que también “abordamos el conocimiento de nuestra propia Hermandad. Para querer bien a tu Hermandad tienes que conocerla”. Amar a tu Hermandad no sólo consiste en amar a sus titulares, sino que también “debes de tener interés en conocerla profundamente: su historia, las personas que han formado parte de ella, su patrimonio, etc…”.
Otra línea muy importante es el “testimonio cristiano en el mundo” en sus diversos ámbitos, habiendo contado con el testimonio de una periodista, como fue Paloma Gómez Borrero, con el de un escritor, como Jesús Sánchez Adalid, con el de un médico, etc. Personas todas ellas como nosotros, que nos dan el testimonio de que es posible vivir el cristianismo en el mundo actual, no solo de una forma anónima, sino también estando presente en la sociedad sin esconderse. “Creemos que esto es muy importante, que la Hermandad siempre tiene que ser un sitio donde recibir la fuerza espiritual suficiente, la fuerza humana suficiente para luego darla a los demás y en el mundo”.
Y la última, pero no menos primordial, línea de actuación que desarrollan en la Cátedra es la propia formación cristiana, litúrgica, sacramental, conocimiento de las escrituras, etc., “ésta la hacemos bien con momentos concretos en los tiempos litúrgicos como Adviento, Cuaresma, etc., y con pequeños cursos formativos”. Recuerda que este curso “hemos tenido uno de Liturgia y Lectores, otros años hemos abordado el acercamiento a las Sagradas Escrituras, los Evangelios, los libros que componen la Biblia, y esto lo hacemos en pequeños grupos a los que se puede incorporar todo el que lo desee”.
Se trata de grupos de 25 o 30 personas que durante varias sesiones van profundizando en el tema propuesto. Aparte están las sesiones grandes de preparación para la Cuaresma, como La Pasión Según San Mateo, o lo último que han celebrado, “un concierto espiritual previo al Corpus Christi, una idea del sacerdote Adrián Ríos que llevamos repitiendo tres años y que se trata de meditaciones relacionadas con la Eucaristía acompañadas de música que finalizamos con la adoración al Santísimo Sacramento. La meditación y la música te van preparando a un encuentro profundo con el Señor en la Eucaristía”.
Respecto a las dificultades para llevar a cabo esta labor como Diputado de Formación en una Hermandad tan señera y tradicional, Pedro Ruiz-Berdejo comenta que “el que diga que no hay dificultad miente, cualquier cosa que se haga cuesta mucho trabajo realizarla, pero cuando se está en una responsabilidad cofrade es por algo, porque crees en ello, y que tu misión es esa”. Y añade que hay actividades que tienen más o menos éxito, pero eso no nos debe importar, “nos debe importar que la organización la hayamos hecho bien, y cuando lo hayamos hecho mal, aprender para mejorar”; pero que lo importante no es el resultado, “que vengan muchas o pocas personas nos importa a nosotros, no al Señor; lo importante es hacer bien las cosas, el “resultadismo” es un concepto humano, pues nuestros tiempos no son los tiempos del Señor; el milagro es hacer cada actividad, y que en las mismas siempre participen hermanos nuevos y devotos”.
Para finalizar abrimos la mirada más amplia hacia el mundo cofrade, sobre sus debilidades y los elementos a corregir o mejorar, y si la Formación, la vida cristiana y la espiritualidad pueden aportar savia renovada y fresca a nuestras Hermandades, afirmando: “sí, totalmente, la Hermandad no solamente se puede dedicar a sacar la cofradía a la calle, que es una cosa preciosa e importante, sino –concluye– también a cuidar la fe y la vida cristiana de sus hermanos y devotos”.
Todas estas actividades de la Hermandad del Señor del Gran Poder que nos detalla con entusiasmo Pedro Ruiz-Berdejo, son medios, actuales y necesarios, para que los cofrades, que llenamos en gran número las Hermandades, conozcamos mejor el camino que nos acerca a Dios y al testimonio de la vida de la Iglesia, sin el cual el mundo cofrade puede adolecer de un gran vacío espiritual.
Isidro González