Al llegar septiembre tiene lugar una de las romerías más populares de nuestra Archidiócesis de Sevilla, la de la Virgen de Loreto, patrona de Espartinas, del Aljarafe sevillano y de la Aviación.
Esta romería congrega a un gran número de fieles procedentes de todo el Aljarafe, en la cual procesiona la Virgen por los alrededores del Santuario de Loreto, declarado Bien de Interés Cultural.
Es una de las romerías más antiguas de Andalucía, pues la imagen de la Virgen data de finales del siglo XIII.
La imagen representa la Virgen sedente sobre una nube, con el Niño en el brazo izquierdo y un cetro en la mano derecha, alzada, en memoria de su hallazgo sobre un tronco de olivo.
Aunque este Santuario de Loreto, custodiado por la comunidad franciscana, se puede visitar todos los días por la tarde, excepto los martes, es en estos días de septiembre cuando el santuario vive sus días más especiales con la Novena en honor a la Virgen.
Desde el día 30 de agosto al 7 de septiembre el santuario se cubre de blanco y jazmín para la celebración de la Novena, en la que cada día participan de manera especial varios pueblos del Aljarafe.
Como antesala a esta Novena se celebra a últimos de agosto un Triduo en la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción de Espartinas, el cual culmina con el Traslado del Simpecado hasta el Santuario de Loreto para la celebración de la Novena.
El 8 de septiembre por la tarde, tras la celebración de la Eucaristía, la Virgen rodeada de una gran multitud de devotos procesiona por los aledaños del santuario. Uno de los momentos más emotivos de dicha procesión es cuando varios F10 de la base de Tablada y Morón sobrevuelan la zona tirando pétalos sobre la Virgen de Loreto, patrona de la Aviación.
Es todo un privilegio para nuestra Archidiócesis contar con un santuario tan hermoso como este de Loreto. Todos deberíamos conocer y visitar asiduamente este lugar, donde a tan solo 13 kilómetros de Sevilla, María con rostro dulce y sereno, nos espera para interceder por todos nosotros y afianzar nuestra fe en su Hijo nuestro Señor.
Mari Carmen Hernández