Cuando Nazaria tiene doce años deja el colegio de las Comendadoras y a los trece, el día 15 de marzo de 1902, recibe el sacramento de la Confirmación en la Catedral hispalense de manos del Arzobispo Marcelo Espínola. La familia vivía entonces en la Plaza de la Contratación. Dos pilares fundamentales en esta etapa de su vida fueron el P. Tarín, jesuita, y Madre Angelita, hoy Santa Ángela de la Cruz
Después de la salida del Colegio, Nazaria comienza una etapa llena de dificultades. Sufre al ver la indiferencia religiosa de su familia. Como manifestaba signos a la vida religiosa, sus padres quisieron quitarle esas ideas de la cabeza. Llegado un momento le permitieron más libertad para dedicarse a sus actividades apostólicas. En Sanlúcar, pueblo de sus abuelos, enseñaba el catecismo y preparaba para la confesión. Organizó un grupo de niñas al que llamó “El rebañito de Jesús”. Les inculcaba el amor a la Iglesia y a los sacerdotes y les hablaba de las misiones.
La situación económica de la familia se agravó. Los March conocieron la pobreza extrema. En los momentos más duros es Nazaria el apoyo de la familia, aún a costa de actos heroicos y humillaciones. Para comer se vieron obligados a acudir a las damas de la Conferencia de San Vicente de Paúl.
Nazaria tenía 17 años. El Jueves Santo, en Sevilla, la condesa de Casa Galindo organizaba en su Palacio una comida para doce pobres. La criada de los March estaba citada para participar, pero por vergüenza no quiso acudir. Fue Nazaria quien decidió ir. Al ser tan joven quisieron ponerla en el sitio del apóstol Juan, pero el P. Tarín que presidia la ceremonia dijo: ”No, ¡Esta tiene que ser cabeza!” Y la puso en el sitio de Pedro. Dirigiéndose a ella le dijo: “Hija mia, Dios te ama mucho. Animo y adelante” Este dia, diría mas tarde Nazaria, “el Señor me hizo entrever los planes que tenía sobre mi llamamiento a la vida apostólica.”
Y Nazaria deseosa de una entrega total y la certeza de que Jesús era el único amor de su corazón intentó ingresar en las Hermanas de la Cruz, de reciente fundación en Sevilla. Pero la Madre Angelita le dice: “Hija mia, Dios no la quiere con nosotras, irá a América y volverá con compañeras”
Las profecías del Padre Tarin y de Madre Angelita se han cumplido en la vida de Nazaria.
Nota relacionada: Madre Nazaria: infancia y adolescencia